Último editado por: Jill Emerson
El acto de dar regalos ayuda a establecer o mejorar todo tipo de relaciones. Esto es cierto para el mundo corporativo y las agencias gubernamentales. También es una forma rentable de reconocer los talentos y los logros. Uno de los retos del razonamiento lógico consiste en calibrar dónde trazar la línea en el ámbito de los regalos. ¿Es correcto o incorrecto? En situaciones en las que ciertas acciones son correctas y otras absolutamente incorrectas, hay zonas de sombra en las que es difícil llegar a una decisión tajante. Aceptar y dar regalos es un área que constantemente pone a los profesionales de las empresas y a los funcionarios del gobierno en un dilema sobre si el regalo que se da será percibido como un soborno o simplemente un regalo. ¿Cómo reconocer la diferencia entre ambos y llevar una vida más profesional?
Aceptar regalos
Ciertos aspectos profesionales y políticas de la empresa deben tenerse en cuenta antes de aceptar regalos de un colega o jefe. El primer aspecto a tener en cuenta es que los regalos caros, como los coches, deben evitarse definitivamente, sobre todo cuando los ofrece un jefe o supervisor. Otra consideración es que la aceptación de regalos puede ser malinterpretada cuando los ofrece un miembro del sexo opuesto, lo que puede acarrear problemas innecesarios. Siempre es una buena idea atenerse a las políticas establecidas por la empresa. Los regalos pueden rechazarse educadamente manteniendo informado a un supervisor al respecto. La idoneidad, el momento y el valor en términos de dinero son factores que influyen a la hora de aceptar o no los regalos.
- Aceptar regalos: Preguntas frecuentes sobre la aceptación de regalos consolidadas por la Comisión de Ética del Gobierno de San Diego.
- Aceptando Regalos y Amenidades: Guía del Instructor de la Universidad Texas A&M.
Dar Regalos
Nunca se deben dar regalos durante el proceso de licitación, en el período de espera para la renovación de un contrato, o en un momento en el que se está negociando. Ese momento hace que se perciba como un soborno. Los regalos no deben darse a una sola persona, sino a todo el equipo o división. De lo contrario, los demás miembros del equipo suelen sentir que hay algo más. Los regalos pueden darse a empleados, compañeros de trabajo, clientes y posibles clientes. La empresa debe estar segura de las razones para ofrecer regalos, como agradecer a los clientes de larga duración, reconocer a un empleado dedicado, etc. La intención básica debe ser afirmar las relaciones de la manera más profesional.
- Regalos corporativos: Una mirada a las últimas tendencias en las donaciones corporativas.
- Dar regalos y gratificaciones: Las políticas de la Comisión de Ética del Estado de Massachusetts.
Términos para dar y aceptar regalos
El Servicio de Impuestos Internos permite a las empresas deducir los regalos de empresa con un importe máximo de 75 dólares. Esto permite a las empresas poner un límite decente al dinero gastado en regalos. Como parte de las normas fiscales, los regalos que cuestan más de 25 dólares se consideran ingresos imponibles cuando se ofrecen a los empleados. En general, los artículos de alimentación, los cupones de comida, los licores y el vino, y los artículos relacionados con la oficina, como los juegos de bolígrafos, son apuestas seguras que reflejan buen gusto y practicidad. Incluso las entradas para eventos deportivos y de entretenimiento son buenos regalos.
- Conflictos de intereses: Un artículo sobre la ética de las organizaciones escrito por el Director de Concienciación Ética.
- Aceptación de regalos: Normativa de las TIC sobre la ética de dar y aceptar regalos.
- Práctica de la ingeniería: Debate basado en los casos de la NSPE BER.
- Ética empresarial: Una aproximación a la ética empresarial por James Fieser.
- Regalos corporativos & Entretenimiento: Una encuesta realizada por la Health Care Compliance Association & la Society of Corporate Compliance and Ethics, Minneapolis.
- Regalos, «Freebies», & Cuestiones relacionadas: Legalidad y conveniencia de la aceptación de regalos por parte de los funcionarios públicos.
Aceptar sobornos es un delito punible. En una organización empresarial o gubernamental, puede ser difícil descifrar entre un regalo y un soborno. Seguir unas directrices es una buena idea para evitar cualquier malentendido. La cultura de dar regalos también debería formar parte de la formación profesional.