La falta de información sobre el canibalismo en las serpientes de cascabel (Crotalus polystictus) llevó a los investigadores a iniciar un estudio en 2004, que continuaron durante tres años en el centro de México, donde esta especie es endémica. Midieron el «comportamiento caníbal» de 190 hembras, que tenían 239 puestas de huevos, y determinaron que este fenómeno se justifica porque «permite a la madre recuperarse y recobrar fuerzas».
«Una hembra de cascabel caníbal puede recuperar la energía perdida para la reproducción sin tener que cazar comida, una actividad peligrosa que requiere tiempo y gasta mucha energía», explican a SINC Estrella Mociño y Kirk Setser, autores principales del estudio e investigadores de la Universidad de Granada, junto a Juan Manuel Pleguezuelos.
El estudio, publicado en el último número de la revista Animal Behaviour, demuestra que el canibalismo en esta especie es un resultado evolutivo de su comportamiento alimentario, ya que sus presas están muertas durante un tiempo antes de ser comidas por la serpiente. «Los vipéridos en general están preparados para comer carroña, y por eso no es tan extraño que consuman las secciones no viables de sus puestas después de pasar por el gran gasto energético que provoca la reproducción», dice Mociño.
El equipo de investigadores afirma que este comportamiento puede explicarse por cuatro factores biológicos: el día del parto (las hembras que dan a luz a finales de julio tienen más probabilidades de ser caníbales, ya que tienen menos tiempo para alimentarse y prepararse para volver a reproducirse), la proporción de crías muertas por nidada, el nivel de inversión materna (cuanto mayor sea la cría, mayor será la probabilidad de que contenga elementos no viables, que ella se comerá), y el estrés causado por estar en cautividad (los investigadores mantuvieron a las hembras en cautividad durante una media de 21 días).
De todas las hembras, el 68% consumió parte o la totalidad de sus crías muertas, y el 83% de éstas se las comió todas, y esperó poco tiempo para hacerlo (unas 16 horas), aunque algunas se las comieron «inmediatamente después de parir», añade Mociño. El resto (40%) de las hembras «no mostraron un comportamiento caníbal».
Según los científicos, el canibalismo «no es un comportamiento aberrante, y no es un ataque a la progenie», ya que no es lo mismo que el parricidio o el infanticidio al no involucrar elementos vivos. Simplemente recupera parte de lo que la serpiente invirtió en el proceso de reproducción, y la prepara para volver a reproducirse.
Las serpientes pueden distinguir entre las crías muertas y las vivas
Los científicos demostraron que había un bajo riesgo de que las serpientes se comieran a las crías sanas, que se parecen mucho a las muertas durante las dos primeras horas después de salir de sus membranas. Durante el estudio, sólo una hembra se comió a las crías vivas.
«En comparación con los mamíferos o las aves, las serpientes no son tan maternales, pero el estudio demuestra que también presentan un comportamiento que ha evolucionado y que ayuda a la hembra y a sus crías a reproducirse y crecer con éxito», afirman Mociño y Setser.
Crotalus polystictus está catalogada como «especie amenazada» según el Reglamento Oficial Mexicano de protección de especies nativas de flora y fauna silvestre en México. La limitación del hábitat, la expansión urbana y el crecimiento de la agricultura son las principales amenazas para la serpiente.
Hasta la fecha, los científicos han marcado más de 2.000 individuos de esta especie, cuya longitud media oscila entre los 50 cm y los 90 cm, y que muestran estrategias de supervivencia diferentes a las de muchas otras serpientes de cascabel del norte de México y Estados Unidos.
Este reptil tiene una tasa de reproducción muy rápida, lo que sugiere que está experimentando una alta tasa de mortalidad causada por factores externos. Además de contribuir al conocimiento científico sobre el canibalismo animal desde una perspectiva evolutiva, los científicos esperan que la divulgación de estos resultados «lleve a los seres humanos a ser menos agresivos con estas serpientes».