Se estima que 78 millones de bebés -o tres de cada cinco- no son amamantados en la primera hora de vida, lo que los expone a un mayor riesgo de muerte y enfermedad y hace menos probable que continúen con la lactancia materna, dicen UNICEF y la OMS en un nuevo informe. La mayoría de estos bebés nacen en países de ingresos bajos y medios.
El informe señala que los recién nacidos que son amamantados en la primera hora de vida tienen muchas más probabilidades de sobrevivir. Incluso un retraso de unas horas tras el nacimiento podría tener consecuencias mortales. El contacto piel con piel y la succión del pecho estimulan la producción de leche materna de la madre, incluido el calostro, también llamado la «primera vacuna» del bebé, que es extremadamente rico en nutrientes y anticuerpos.
«Cuando se trata de iniciar la lactancia, el momento lo es todo. En muchos países, puede ser incluso una cuestión de vida o muerte», afirma Henrietta H. Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. «Sin embargo, cada año, millones de recién nacidos se pierden los beneficios de la lactancia materna temprana y las razones -con demasiada frecuencia- son cosas que podemos cambiar. Las madres simplemente no reciben suficiente apoyo para amamantar dentro de esos minutos cruciales después del nacimiento, incluso por parte del personal médico de los centros de salud».
Las tasas de lactancia materna dentro de la primera hora después del nacimiento son más altas en África oriental y meridional (65%) y más bajas en Asia oriental y el Pacífico (32%), dice el informe. Casi 9 de cada 10 bebés nacidos en Burundi, Sri Lanka y Vanuatu son amamantados en la primera hora. En cambio, sólo dos de cada 10 bebés nacidos en Azerbaiyán, Chad y Montenegro lo hacen.*
«La lactancia materna ofrece a los niños el mejor comienzo posible en la vida», dice el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Debemos aumentar urgentemente el apoyo a las madres, ya sea por parte de los familiares, el personal sanitario, los empleadores y los gobiernos, para que puedan dar a sus hijos el comienzo que se merecen».
Capture the Moment, que analiza datos de 76 países, constata que, a pesar de la importancia de la iniciación temprana de la lactancia materna, demasiados recién nacidos se quedan esperando demasiado tiempo por diferentes motivos, entre ellos:
- Alimentar a los recién nacidos con alimentos o bebidas, incluida la leche artificial: Las prácticas habituales, como descartar el calostro, que un anciano alimente al bebé con miel o que los profesionales sanitarios den al recién nacido un líquido específico, como agua azucarada o leche de fórmula, retrasan el primer contacto crítico del recién nacido con su madre.
- El aumento de las cesáreas electivas: En Egipto, las tasas de cesáreas se duplicaron con creces entre 2005 y 2014, pasando del 20% al 52%. Durante el mismo período, las tasas de inicio temprano de la lactancia materna disminuyeron del 40% al 27%. Un estudio realizado en 51 países señala que las tasas de iniciación temprana son significativamente menores entre los recién nacidos que nacen por cesárea. En Egipto, sólo el 19% de los bebés nacidos por cesárea fueron amamantados en la primera hora después del nacimiento, en comparación con el 39% de los bebés nacidos por parto natural.
- Lagunas en la calidad de la atención prestada a las madres y los recién nacidos: La presencia de una partera calificada no parece afectar las tasas de lactancia materna temprana, según el informe. En 58 países, entre 2005 y 2017, los partos en instituciones sanitarias crecieron 18 puntos porcentuales, mientras que las tasas de iniciación temprana aumentaron 6 puntos porcentuales. En muchos casos, los bebés son separados de sus madres inmediatamente después del nacimiento y la orientación del personal sanitario es limitada. En Serbia, las tasas aumentaron en 43 puntos porcentuales entre 2010 y 2014 debido a los esfuerzos por mejorar la atención que reciben las madres en el momento del parto.
Estudios anteriores, citados en el informe, muestran que los recién nacidos que empezaron a ser amamantados entre dos y 23 horas después del nacimiento tenían un 33% más de riesgo de morir en comparación con los que empezaron a ser amamantados en la primera hora después del nacimiento. Entre los recién nacidos que empezaron a ser amamantados un día o más después del nacimiento, el riesgo era más del doble.
El informe insta a los gobiernos, donantes y otros responsables a adoptar medidas legales sólidas para restringir la comercialización de los preparados para lactantes y otros sustitutos de la leche materna.
El Colectivo Mundial por la Lactancia Materna, liderado por la OMS y UNICEF, también ha publicado la Tarjeta de Puntuación Mundial de la Lactancia Materna de 2018, en la que se hace un seguimiento de los avances en las políticas y programas de lactancia materna. En ella, animan a los países a avanzar en políticas y programas que ayuden a todas las madres a iniciar la lactancia materna en la primera hora de vida de su hijo y a continuarla todo el tiempo que deseen.
* Entre los países con datos recientes (2013-2018).