Los deberes. Tanto si eres un niño de quinto grado como un estudiante de primer año en la universidad, el mero hecho de pensar en los deberes puede ser abrumador. Y hacer los deberes puede ser bastante difícil. Pero los deberes no tienen por qué ser algo que los estudiantes teman.
Como antiguo profesor de inglés de secundaria e investigador especializado en lo que se necesita para llegar a la universidad -y coautor de la próxima edición revisada de un libro sobre el éxito académico- he estudiado los deberes desde 2010. Aquí hay seis maneras en las que creo que los deberes pueden ser más manejables y valiosos, ya sea en la escuela primaria, en la escuela secundaria o en la escuela de posgrado.
Establezca prioridades
Establezca una lista de prioridades basada en el programa de la clase o en la lista de tareas. Esto puede ser útil para abordar tareas difíciles, crear motivación y activar su sentido de control e independencia a la hora de aprender. La lista de prioridades ayuda a mantener los objetivos y te da una sensación de satisfacción al tachar las cosas de la lista a medida que se van completando.
Afronta primero las tareas difíciles
Comienza primero con las tareas más difíciles para aprovechar al máximo tu nivel de energía y concentrarte al principio de una sesión de trabajo. Puede ocuparse de las tareas más fáciles o que requieren menos tiempo al final de la sesión de trabajo.
Divida las tareas en pasos más pequeños
Es posible que no sepa cómo empezar una tarea importante, lo que podría desencadenar la procrastinación o la sensación de derrota. Para evitarlo, divide las tareas importantes en tres o cuatro pasos más pequeños. En una sesión de tareas, puedes tener una mayor sensación de logro al completar cada pequeño paso hacia el conjunto más grande. En algunos casos, puede repartir estas tareas a lo largo de una semana.
Cree pruebas de aprendizaje
Aprovechará más el tiempo que pase leyendo, revisando apuntes o «estudiando» de otro modo si crea algo en el proceso. Por ejemplo, crear tarjetas de memoria, un organizador gráfico, una tabla o apuntes con viñetas puede ayudarte a convertirte en un aprendiz activo en lugar de pasivo. Organiza las herramientas que creas con los deberes por fecha y tema, de modo que puedas repasar esos elementos para prepararte para las pruebas, los exámenes o los proyectos.
Construye una red de apoyo
Si ciertos problemas de los deberes no han podido ser resueltos y estás atascado en una rutina, averigua qué es lo que te confunde y escribe o graba tus pensamientos. Anota las preguntas y sé lo más específico posible para buscar apoyo adicional de profesores o tutores. Cuanto más puedas identificar las fuentes de confusión, más podrás acudir de forma proactiva a tu red de apoyo -profesores, tutores y otros- para obtener ayuda adicional.
Revisa los objetivos y establece otros nuevos
Al principio de cada sesión de deberes, establece objetivos para completar tus tareas o trabajos. Revise los objetivos al final de la sesión y reconozca la sensación de haberlos completado. Este proceso de fijación de objetivos fomenta la confianza a lo largo del tiempo y le ayuda a darse cuenta de su potencial incluso cuando se enfrenta a dificultades. Una rutina de deberes productiva le ayudará a darse cuenta de que el aprendizaje es un viaje continuo. El viaje puede ser difícil, pero organizarse hará que sea lo menos estresante posible.