Como predicador en la mezquita de ‘Ain al-Hayat condenó las condiciones sociales de Egipto y la supresión del Movimiento Islámico. Esto no le impidió tener un enfoque claramente espiritual de la vida, algo que reflejan sus discursos. Fue un disidente bajo el régimen de Nasser, negándose a sancionar la ejecución de Sayyid Qutb por parte del gobierno o a afirmar la compatibilidad entre el Islam y el socialismo. Fue boicoteado por los medios de comunicación oficiales bajo el régimen de Anwar Sadat (1970-1981), pero las cintas de casete de sus sermones se distribuyeron ampliamente por todo Egipto y el mundo árabe. Kishk mantenía puntos de vista políticos opuestos al Estado burocrático moderno y hacía hincapié en la piedad personal y privada en sus discursos.
Derecho matrimonialEditar
Kishk atacó a los laicistas egipcios por la «abolición» del «estatuto personal» (al-ahwal al-shakhsiyya). Se refería a la aprobación de una ley (44/1979) sobre las relaciones conyugales que obligaba a los hombres a informar a sus esposas si se habían casado con otra mujer. «En virtud de la nueva ley, si la primera esposa se oponía, podía obtener inmediatamente el divorcio y conservaría el derecho a vivir en el hogar del marido hasta que sus hijos alcanzaran la mayoría de edad. Esta ley fue redactada por la oficina del Ministerio de Asuntos Sociales y una comisión de eruditos de Al-Azhar, y despertó la furia» de Kishk y otros jeques, que sostenían que «contravenía la shari’a».
La yihad mayorEditar
Según Kishk, la yihad mayor es una lucha continua destinada a someter la naturaleza más baja de uno y a sintonizar con las normas morales de Alá. Es la base para el desarrollo moral personal, la creación de un activismo piadoso y filantrópico, la promoción de la justicia y la prosperidad en la sociedad, y la lucha contra la ignorancia, la injusticia y la opresión. Como resultado de esta yihad mayor, dice Kishk, el Islam «sana a las sociedades que siguen su guía y se construyen sobre conciencias que han sido despertadas y corazones que han sido iluminados por la luz de la creencia.»
Naguib MahfouzEditar
Kishk escribió «Nuestra respuesta a Hijos del Callejón», atacando la controvertida novela del autor egipcio Naguib Mahfouz por «violar la creencia sagrada musulmana» y «suplantar el monoteísmo con el comunismo y el materialismo científico».Mahfouz había ganado el Premio Nobel de Literatura de 1988, (el único árabe al que se le concedió ese premio) pero fue ampliamente denostado por muchos predicadores revivalistas (como Omar Abdul-Rahman), por una de sus «obras más conocidas», (Hijos de Gebelawi).