¿Qué es la ablación cardíaca?
La ablación cardíaca es un tratamiento que se realiza bajo anestesia local para crear cicatrices en pequeñas zonas del corazón que pueden estar involucradas con problemas en el ritmo cardíaco. Este procedimiento puede evitar que las señales eléctricas anormales se muevan a través del corazón.
¿Por qué se realiza la ablación cardíaca?
La ablación cardíaca se realiza para tratar ciertos problemas del ritmo cardíaco que no se pueden controlar con medicamentos, como fibriloaleteo auricular, taquicardia por reentrada nodal auriculoventricular (AVRNT) o el síndrome de Wolff-Parkinson-White, que pueden llegar a ser peligrosos si no se tratan.
¿En qué consiste la ablación cardíaca?
En primer lugar, se limpia bien la piel del brazo, la ingle o el cuello y se insensibiliza con un anestésico para hacerle una pequeña incisión. Luego se introduce un catéter (pequeña sonda flexible) a través de este corte para llegar a uno de los vasos sanguíneos de la zona y finalmente al corazón, utilizando rayos X para guiar de forma cuidadosa.
Una vez colocado el catéter, se colocan pequeños electrodos conectados a monitores en diferentes áreas del corazón para saber cuál es la que causa problemas.
Una vez detectado el origen del problema, se utiliza una de las vías del catéter para enviar energía eléctrica, provocando una pequeña cicatriz gracias a la cual el problema de ritmo cardíaco se detiene.
El procedimiento puede durar cuatro o más horas. Durante el proceso se vigila el corazón muy de cerda y el proveedor de atención médica puede preguntar al paciente si está teniendo síntomas, como mareo, un breve ardor al inyectar el medicamento o un latido más rápido o más fuerte.
Preparación para la ablación cardíaca
Durante los días anteriores al procedimiento, hay que informar al médico sobre los fármacos que está tomando y si tiene fiebre, gripe, un resfriado, un brote de herpes u otra patología.
En el día de la ablación, hay que estar sin comer ni beber nada desde la medianoche de la noche anterior y tomar los fármacos recetados por el doctor con un pequeño sorbo de agua.
Cuidados tras la intervención
Después de la ablación cardíaca, hay que permanecer en la cama durante al menos una hora, pudiendo llegar a ser cinco o seis. El alta puede darse el mismo día o el día siguiente según la situación, siempre volviendo a casa con un acompañante.
Durante los dos o tres días tras el procedimiento, puede tener síntomas como dolor en el pecho, fatiga o momentos de latidos demasiado rápidos o irregulares, que se pueden calmar con los medicamentos recetados por el proveedor de atención médica.