Este estudio se realizó para evaluar el potencial de los manguitos de poliuretano con revestimiento de gentamicina para inhibir la colonización bacteriana en los pines y alambres de fijación externa. Estos manguitos antimicrobianos han sido diseñados para ser colocados sobre los clavos y alambres, en el momento de la cirugía, como enfoque profiláctico para combatir la principal complicación del tratamiento de fijación externa, la infección del tracto del clavo. Se realizaron pruebas de elución para estimar la cantidad de gentamicina liberada en el tracto del clavo. Estas concentraciones de gentamicina se compararon con el nivel de concentración inhibitoria mínima (CIM) de gentamicina para los patógenos comunes del tracto del clavo. Las pruebas de elución revelaron que los manguitos de poliuretano recubiertos de gentamicina liberaron cantidades significativas del antibiótico hasta 26 semanas. La liberación inicial en bolo se caracterizó por la predicción de concentraciones de gentamicina en el tracto del perno de >80 microg/ml en los puntos de tiempo de elución de 2 h y 1 día. Estas cantidades de gentamicina, administradas directamente en el tracto de la aguja, están muy por encima de las que podrían alcanzarse mediante la administración oral o intravenosa. Además, la concentración esperada de gentamicina en el tracto de la aguja se mantuvo por encima del punto de ruptura de la CIM del Comité Nacional de Normas de Laboratorio Clínico (NCCLS) de 4 microg/ml, durante al menos 20 semanas. Los datos del programa de vigilancia antimicrobiana SENTRY (1997-2002) establecieron un alto nivel de actividad bactericida para la gentamicina, con un 83,1% de los aislados de patógenos comunes del tracto de la espiga susceptibles al antibiótico. Se espera que el estallido inicial y la posterior administración local sostenida a largo plazo de cantidades efectivas de gentamicina de las fundas antimicrobianas inhiban la colonización bacteriana en los clavos y alambres de fijación externa. Esta inhibición de la colonización bacteriana debería reducir sustancialmente la incidencia de la infección del tracto del clavo, y mejorar el resultado general y la rentabilidad del tratamiento de la fractura de fijación externa.