Cada mujer se ve y se siente diferente, y la vagina de cada mujer es diferente.
Ilustración de los genitales femeninos
El orificio de la vagina está situado directamente debajo del orificio uretral. Fuera de la abertura vaginal se encuentran los labios menores, los labios interiores lisos de la vulva. Fuera de los labios interiores se encuentran los labios mayores. Los labios exteriores, más carnosos, suelen estar cubiertos de vello después de la pubertad.
El clítoris es un órgano pequeño, extremadamente sensible, con más de 6000 fibras nerviosas concentradas en una zona del tamaño de la punta de un dedo. Su función es proporcionar placer sexual. Cuando una mujer se excita sexualmente, se llena de sangre, ya que contiene tejido eréctil. Cuando una mujer se excita sexualmente, la vagina produce una lubricación que ayuda a la penetración. El clítoris tiene un glande (o cabeza), un eje, un capuchón y dos nervios, que se separan en la base del eje y se extienden dentro de la zona pélvica a ambos lados de la uretra, la vagina y el ano. Tres cuartas partes del clítoris están ocultas a la vista dentro del cuerpo de la mujer, y la longitud media del canal vaginal oscila entre cinco y siete pulgadas.
Cabe recordar que la vagina no es un agujero o cavidad dentro del cuerpo, sino un tubo elástico y muscular que permite la penetración. Las paredes de la vagina normalmente se tocan entre sí hasta que se introduce algo entre ellas.
Cuando una mujer está excitada sexualmente, la vagina produce una lubricación que ayuda a la penetración.
En la parte superior de la vagina se encuentra el cérvix o el «cuello» del útero. En el centro del cuello uterino hay una pequeña abertura u orificio «externo» que conduce al útero. El orificio externo es la pequeña abertura por la que fluye la sangre menstrual, y es la misma abertura pequeña que se expande durante el parto. También es el lugar del que se tomarán las células para un frotis cervical.
Ejercicios para el suelo pélvico
Es importante que las mujeres de todas las edades mantengan la fuerza de los músculos del suelo pélvico. Se calcula que la mayoría de las mujeres sufrirán incontinencia de esfuerzo en algún momento de su vida. Las mujeres con incontinencia de esfuerzo, es decir, aquellas que pierden orina al toser, estornudar o hacer ejercicio, deberían beneficiarse especialmente de estos ejercicios. En el caso de las mujeres embarazadas, estos ejercicios ayudan al cuerpo a hacer frente al creciente peso del bebé. A medida que las mujeres envejecen es importante mantener fuertes los músculos del suelo pélvico, ya que en la menopausia los músculos cambian y pueden debilitarse. Una rutina de ejercicios para el suelo pélvico ayuda a minimizar los efectos de la menopausia sobre el soporte pélvico y el control de la vejiga.
Cómo identificar los músculos del suelo pélvico
Lo primero que hay que hacer es identificar correctamente los músculos que hay que ejercitar. Siéntate o túmbate cómodamente con los músculos de los muslos, las nalgas y el abdomen relajados. Apriete el anillo muscular que rodea el conducto de la espalda como si tratara de controlar la diarrea o el viento. Relájalo. Practique este movimiento varias veces hasta que esté seguro de que está ejercitando el músculo correcto. Intente no apretar las nalgas.
Cuando esté expulsando la orina, intente detener el flujo a mitad de camino y luego reanudarlo. Hágalo sólo para aprender qué músculos son los correctos y no lo haga más de una vez a la semana para comprobar sus progresos, ya que esto puede repercutir en la salud de la vejiga.
Si no puede sentir una acción definida de apretar y levantar los músculos del suelo pélvico o no puede ni siquiera ralentizar el chorro de orina como se ha descrito anteriormente, debe buscar ayuda profesional para que los músculos del suelo pélvico funcionen correctamente. Incluso las mujeres con una musculatura del suelo pélvico muy débil pueden aprender estos ejercicios de un fisioterapeuta o asesor en materia de continencia con experiencia en este campo. También existen herramientas médicas para ayudar a las mujeres a fortalecer los músculos del suelo pélvico.
Cómo hacer ejercicios para el suelo pélvico
Una vez que hayas identificado los músculos del suelo pélvico, ejercítalos de la siguiente manera:
Contrae y aprieta alrededor del ano, la vagina y la uretra a la vez, levantándolos hacia dentro. Intenta mantener esta contracción con fuerza mientras cuentas hasta cinco y luego suéltala y relájate. Deberías tener una sensación definitiva de «soltar».
Repite («aprieta y levanta») y relájate. Es importante descansar unos 10 segundos entre cada contracción. Si le resulta fácil aguantar hasta la cuenta de cinco, intente aguantar más tiempo, hasta diez segundos. Repita esto tantas veces como sea capaz hasta un máximo de 8-10 apretones.
Ahora haga de cinco a diez contracciones cortas y rápidas, pero fuertes.