Reconocer el peligro potencial para obtener un resultado positivo.
Conclusiones:
- El aneurisma aórtico abdominal es una afección grave que requiere una rápida identificación e intervenciones eficaces.
- El reconocimiento precoz del aneurisma de aorta abdominal es clave para el tratamiento eficaz y la prevención de complicaciones mortales.
- Los profesionales de la enfermería desempeñan un papel fundamental en la identificación del aneurisma de aorta abdominal.
Mark Jones,* un hombre blanco de 67 años, es atendido en el departamento de emergencias (ED). Dice que durante los últimos 2 días ha experimentado náuseas, vómitos y molestias epigástricas. Sus constantes vitales son: temperatura de 36,8 °C, presión arterial de 100/80 mmHg, frecuencia cardíaca de 110 latidos por minuto, frecuencia respiratoria de 20 respiraciones por minuto y saturación de oxígeno del 94% con aire ambiente.
Historia y evaluación
Julie McDonald*, enfermera de cuidados intensivos, llega para evaluar al Sr. Jones. Se entera de que tiene antecedentes de enfermedad arterial coronaria, hipertensión e hipercolesterolemia, para lo que toma rosuvastatina. El Sr. Jones es obeso y ha fumado medio paquete de cigarrillos al día durante más de 14 años. Está alerta y orientado.
Durante la exploración física, Julie encuentra una masa pulsátil sensible y un soplo abdominal a la palpación, lo que le hace sospechar que el Sr. Jones tiene un aneurisma aórtico abdominal (AAA). Esta sospecha se ve reforzada por los antecedentes del Sr. Jones: Tiene muchos de los factores de riesgo del AAA, como fumar, ser de raza blanca, la hipertensión, la aterosclerosis, el colesterol elevado y la enfermedad vascular periférica. Julie también sabe que, aunque los síntomas más comunes del AAA incluyen dolor en el costado, la espalda y el abdomen, los síntomas gastrointestinales del Sr. Jones también pueden ser causados por la compresión de un aneurisma.
Diagnóstico
Julie solicita pruebas de laboratorio, incluyendo un recuento sanguíneo completo (CBC) y un panel metabólico básico, así como una ecografía dúplex abdominal, que tiene una alta especificidad y sensibilidad. El hemograma muestra una anemia hipocrómica microcítica (hematocrito bajo y hemoglobina baja), y los resultados del panel metabólico básico son normales.
Una ecografía abdominal revela una aorta de 5,6 cm de diámetro. Debido al tamaño del aneurisma, Julie se da cuenta de que el Sr. Jones necesita una intervención quirúrgica para evitar una posible rotura y la consiguiente hemorragia aguda. El cirujano al que consulta está de acuerdo y solicita una angiografía por tomografía computarizada (ATC) para confirmar el tamaño de la aorta, visualizar la hemorragia retroperitoneal y evaluar la ubicación del aneurisma y las arterias renales. Julie sabe que un posible riesgo de este procedimiento es la nefropatía inducida por contraste.
La enfermera de urgencias vigila las constantes vitales del Sr. Jones hasta que lo llevan a cirugía.
Resultado
El Sr. Jones se somete a una reparación del AAA con un injerto que sustituye la parte de la aorta que se extirpa. Su curso postoperatorio es tranquilo, sin ninguna de las posibles complicaciones como isquemia de colon, lesión cardiovascular, impotencia, embolia a distancia y lesión o insuficiencia renal aguda.
La enfermera del Sr. Jones en la unidad quirúrgica hace que un nutricionista vea al Sr. Jones para ayudarle a identificar las opciones de pérdida de peso. La enfermera también revisa la medicación al alta con el Sr. Jones y le proporciona recursos para dejar de fumar. Julie sugiere un parche de nicotina, que el Sr. Jones acepta, y discute la importancia del ejercicio para ayudarle a perder peso.
Seguimiento
El AAA, la 15ª causa de muerte en los Estados Unidos, es una dilatación patológica de la aorta que mide más de 3 cm de diámetro. El dolor a la palpación del aneurisma es un signo de AAA sintomático, pero aproximadamente el 60% de los AAA están mal diagnosticados. La muerte suele producirse por desangramiento cuando se rompe un AAA.
Si un AAA tiene menos de 5,5 cm de ancho (unos 5 cm), se recomienda repetir el cribado y la monitorización; la cirugía se recomienda cuando un AAA tiene 5,5 cm o más. Los pacientes con poco riesgo para la cirugía pueden ser candidatos a la reparación endovascular del aneurisma (EVAR), en la que se inserta una endoprótesis en la porción de la aorta dilatada para facilitar el flujo sanguíneo. La EVAR requiere una vigilancia por ATC de por vida y a veces reintervenciones por problemas, como la oclusión del dispositivo, la fuga interna relacionada con el injerto o el deterioro renal.
Se recomienda un cribado único mediante ultrasonografía para el AAA en hombres de 65 a 75 años con antecedentes actuales, presentes o pasados de tabaquismo. Si el Sr. Jones se hubiera sometido a un cribado, su AAA podría haberse identificado antes.
*Los nombres son ficticios.
Myriam Jean Cadet es enfermera de familia y profesora adjunta en el Lehman College de Bronx, NuevaYork, donde Ivreen Robinson es enfermera de familia y profesora asistente a tiempo completo.
Referencias seleccionadas
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