Los daños en el cartílago articular dentro de la articulación de la rodilla pueden provocar síntomas crónicos y dolorosos que incluyen rigidez e hinchazón de la rodilla. Se sabe que los defectos del cartílago conducen a la aparición de artritis y artrosis. Existen procedimientos quirúrgicos que se han desarrollado para tratar estos defectos y así retrasar la cirugía de reemplazo total de rodilla para los pacientes. La artroplastia por abrasión artroscópica es uno de esos procedimientos que su médico puede utilizar para restaurar el revestimiento articular de la rodilla raspando las zonas dañadas para promover el sangrado y la formación de fibrocartílago, o tejido cicatricial, que cubre la zona dañada. El fibrocartílago no es un cartílago articular normal, pero el fibrocartílago es beneficioso para disminuir los síntomas de los daños en el cartílago.
Durante este procedimiento, su médico utiliza incisiones en forma de ojo de cerradura para insertar una pequeña cámara que le permita evaluar visualmente el interior de la articulación de la rodilla. Durante este proceso, puede visualizar las zonas dañadas del cartílago y localizar cualquier espolón óseo (osteofitos), trozos ásperos, piezas astilladas, etc. Utilizando pequeñas herramientas quirúrgicas, raspa y estimula suavemente la superficie dañada -hasta la hemorragia de las células madre de la médula ósea de la rodilla- y remodela la articulación para que la sangre y las células madre de la médula ósea puedan desplazarse hasta la superficie y cubrir las zonas desnudas con fibrocartílago.
Su médico puede preferir realizar la artroplastia por abrasión en secciones más pequeñas de la articulación de la rodilla. Las investigaciones han demostrado que el fibrocartílago, que es la sustancia que crece sobre la superficie, no es tan fuerte como el cartílago normal. Por lo tanto, la realización de este procedimiento en defectos de cartílago más pequeños y localizados, tiene mejores resultados que en defectos más amplios o grandes, para los que existen otras opciones.
Aunque los pacientes sentirán una notable mejoría tras la cirugía, la artritis no tiene cura. Afortunadamente, la artroplastia por abrasión produce mejoras significativas en muchos pacientes, con un rápido retorno a la actividad plena basado en la evidencia.
Después de la cirugía, su médico le prescribirá fisioterapia y rehabilitación para que pueda recuperar la amplitud de movimiento y la fuerza de la rodilla.