La introducción de una canción ofrece al oyente una primera impresión de los esfuerzos musicales de un grupo o artista; básicamente, sienta un precedente para el resto del arreglo. Obviamente, hay que hacerlo bien.
Antes de entrar en las cinco formas de empezar una canción, veamos qué es lo que hace una buena introducción.
Consejos para empezar una canción
Aquí tienes los mecanismos esenciales para empezar una canción, un esquema básico, si quieres.
No lo pienses demasiado.
La introducción de la canción, al igual que la mayoría de los elementos de un arreglo musical, puede adoptar muchas formas (como exploraremos pronto). Dicho esto, no te concentres demasiado en comenzar tu canción desde el principio del arreglo si tienes problemas de ideas. En lugar de eso, coge tu instrumento, o si eres cantante, aclara tu garganta, y empieza a improvisar hasta que se te ocurra algo que te guste. A partir de ahí, puedes empezar a construir hacia atrás si lo deseas, utilizando elementos de tu nueva parte como inspiración para la introducción de tu canción.
Mira el panorama general.
Como todas las formas de arte, la composición de canciones es una disciplina creativa; no hay reglas rígidas cuando se trata de escribir partes y jugar con las ideas. Pero para crear una introducción de canción con verdadero impacto, tendrás que pensar en la sensación general que quieres conseguir, además del mensaje que intentas transmitir. Siéntate con un bolígrafo y un papel, anota el tono general, la sensación, el tempo y el objetivo de tu posible canción y ponte a escribir. De este modo, te orientarás desde el principio y podrás decidir si tu introducción debe ser épica, sutil, fluida o independiente para lograr el máximo impacto.
Encuadra tus canciones
A veces, la introducción será lo primero que escribas, y a veces será la parte final, pero lo más frecuente es que formes primero la parte principal de tu canción. Por lo tanto, si estás dando vueltas a una idea y quieres transformarla en un auténtico arreglo de canción, sigue tu creatividad y deja que la narración fluya. Una vez que hayas formado una estrofa, un puente y un estribillo sólidos, por ejemplo, vuelve al principio y escribe la introducción y el final. Puede que te des cuenta de que, como estás inspirado, tienes un flujo constante y al menos dos minutos de música sobre la que construir, crear una introducción o un outro épicos te resultará natural.
Seguir estos tres consejos no sólo te ayudará a poner en marcha el proceso de composición, sino que cada enfoque te ayudará a obtener lo mejor de tus esfuerzos de introducción de canciones.
5 técnicas de introducción de canciones
Estas cinco técnicas de introducción de canciones, diferentes pero igualmente eficaces, te darán mucha inspiración.
El círculo completo
Ejemplo: «Pretty Pimpin» de Kurt Vile