Corrí tres millas la tarde 3 y jugué al baloncesto la tarde 4. Los descansos continuos, aprendí, son absolutamente necesarios cuando se corre en vacío. Para mi sorpresa, y en consonancia con la sabiduría de mi dietista, la energía que necesitaba estaba allí; mantenerla era la parte difícil. Y para ser justo conmigo mismo, Mickelson hizo 90 minutos de yoga y senderismo. No estaba jugando exactamente a la defensa de la cancha completa.
Tal vez ahora es un momento apropiado para señalar que la mayoría de los médicos aconsejan a los pacientes a la facilidad en un ayuno de seis días. Comience con un programa de 18 horas. Luego 48. Trabaje su camino hacia arriba en esta escalera de ayuno. En otras palabras: no seas yo. No seas yo, porque seis días fueron probablemente demasiado. Para la noche del día 5 y la mañana del día 6, estaba dolorosamente agotado. Mis músculos se sentían débiles, y los escalofríos febriles aparecían tan pronto como la mezcla de café desaparecía. Era hora de terminar mi debut en el ayuno.
Al séptimo día, Popeyes me entregó dos de sus famosos sándwiches de pollo y, con ellos, un profundo coma alimenticio. Había perdido 11 libras y, a pesar de mi atracón de comida rápida, estaba dispuesto a mantenerlas. Esto es importante. Seguí la comilona con ensaladas, frutas y cereales, gracias a más consejos del peso pluma Lefty. «Tu estómago es más pequeño», escribió Phil cuando terminé. «No lo hagas más grande. Deja que siga siendo pequeño».
En ese frente, hemos hecho un gran cambio. Mi floreciente relación con el chico de los panecillos de la calle 44 ya no lo es, ya que un bocadillo por la mañana es todo lo que necesitamos para llegar a mi ensalada en el almuerzo. En cuanto a Mickelson, perdió 15 libras al principio, y al comer ahora sólo dos veces al día, ha bajado otro tanto en los meses posteriores. Incluso realizó un ayuno de 3 días el pasado fin de semana para restablecer su sistema inmunológico antes de que comience la temporada del Tour. El efecto más real del ayuno de Mickelson -para ambos- es la energía sostenida en la parte posterior. Donde antes llegaba a casa y me ponía cómodo en el sofá, ahora me desvío al gimnasio y me pongo poco cómodo… en el buen sentido. De alguna manera sonriendo durante todo el tiempo.
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