Los puercoespines son bien conocidos por sus largas y afiladas púas que advierten a casi todo el mundo que debe mantener las distancias.
Las púas queratinosas son pelos modificados que vuelven a crecer cuando se desprenden y cumplen la importante función de proteger a estos roedores de los depredadores. Sin embargo, con un físico tan espinoso, seguramente tendrían algunas dificultades en el dormitorio. ¿Cómo lo hacen los puercoespines, ya sabes…?
Con mucho cuidado. Así es.
Exhibit A:
Muy cuidadosamente, así es
El sexo de los puercoespines implica movimientos muy precisos y deliberados. ¿Te imaginas tener que ser tan precavido con tu novia/novio/esposa/marido? Un movimiento en falso y tus partes íntimas se llenarán de púas. El horror.
Pero esa no es la peor parte. En el caso del puercoespín norteamericano, la temporada de reproducción comienza en otoño. Durante esta época, las hembras de puercoespín se suben a los árboles y segregan un moco espeso que se mezcla con su orina. Este brebaje oloroso atrae a los machos de la zona como un perfume pútrido.
Cuando corteja a una hembra, un puercoespín macho se sentará en el mismo árbol debajo de la hembra. Si otros machos se acercan, luchará con ellos. Una vez que gana el favor de la hembra, la rocía con su orina. Esto provoca una reacción química, que permite a la hembra entrar completamente en celo. Después, descenderán al suelo y se aparearán allí, lanzando chillidos desgarradores mientras se ponen manos a la obra.
Los puercoespines son raros. Pero, de nuevo, también lo son los humanos.