La infección, la enfermedad, los medicamentos o los alimentos pueden afectar temporalmente al color de la orina. Por ejemplo, una orina turbia o lechosa que suele ir acompañada de mal olor posiblemente indique una infección del tracto urinario, una secreción excesiva de cristales, grasa, glóbulos blancos, glóbulos rojos o mucosidad.
Una orina oscura de aspecto marrón pero clara podría ser una señal de advertencia de una enfermedad hepática grave como la hepatitis o la cirrosis. En este caso, un exceso de bilirrubina que se elimina a través de la orina.
En caso de que la orina tenga un aspecto rosado, rojo o marrón más claro suele estar causada por la remolacha, las moras, ciertos colorantes alimentarios, anemia hemolítica, insuficiencia renal, infección del tracto urinario, medicamentos, porfiria, hemorragia intraabdominal, hemorragia vaginal, neoplasia localizada en las vías de la vejiga o de los riñones.
Si la orina tiene un aspecto amarillo oscuro o similar al color naranja, los factores causantes podrían ser el uso reciente de suplementos nutricionales que contengan vitamina B, caroteno, fenazopiridina, rifampicina, warfarina y laxantes.
Los factores causantes o que contribuyen al cambio de color de la orina a verde o azul son los colores artificiales que se ven en los alimentos y los medicamentos, o los medicamentos con bilirrubina como el azul de metileno, y las infecciones del tracto urinario.