Si usted está bien versado en el mundo del fitness, tendría una idea justa sobre la acumulación de ácido láctico. El dolor muscular, la sensación de quemazón, la respiración acelerada, las náuseas y el dolor de estómago son algunos de los signos más comunes de la acidosis láctica. Si alguna vez la has experimentado, entonces sabrás lo desagradable que es.
Mucha gente relaciona la acumulación de ácido láctico con el dolor muscular. Pero en realidad, la acidosis láctica no tiene nada que ver con su sensibilidad muscular. Vamos a contar qué es exactamente lo que lleva a la formación de ácido láctico y cómo reducirlo.
¿Qué es la acumulación de ácido láctico?
La acumulación de ácido láctico en el músculo, también conocida como acidosis láctica, se forma con el ejercicio intenso y suele ser temporal. Es un subproducto formado por nuestro cuerpo después de una sesión de entrenamiento intenso. Las sesiones de entrenamiento de alta intensidad conducen a una acumulación de ácido láctico en el músculo, que luego se transfiere al torrente sanguíneo y la persona experimenta síntomas como sensación de ardor en los músculos, calambres, náuseas, debilidad y agotamiento.
Los síntomas aparecen inmediatamente e indican que es hora de parar. La acumulación de ácido láctico y el dolor muscular son dos cosas diferentes. El dolor que se mantiene durante uno o dos días después de una sesión intensa de entrenamiento es un proceso de recuperación de tus músculos.
¿Qué causa la acumulación de ácido láctico?
Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo utiliza mucho oxígeno para descomponer la glucosa y producir energía. Pero cuando realizamos una sesión de entrenamiento intensa, la demanda de oxígeno aumenta y a nuestro cuerpo le resulta difícil satisfacer esa necesidad. Esto conduce a la formación de lactato en los músculos, que se convierte en energía en ausencia de oxígeno. El ritmo al que se produce este lactato o ácido láctico es más rápido de lo que nuestro cuerpo puede quemar durante el ejercicio. En cuanto se deja de hacer ejercicio, el nivel de ácido láctico vuelve a la normalidad. El exceso de ácido láctico pasa al torrente sanguíneo y es eliminado del cuerpo por el hígado. Sin embargo, algunas personas corren el riesgo de sufrir acidosis láctica, una afección que provoca la acumulación de ácido láctico en el torrente sanguíneo. Esto puede provocar dolor y sensación de ardor mucho tiempo después de terminar el ejercicio.
Algunas condiciones médicas también pueden conducir a la acumulación de ácido láctico como el cáncer, la insuficiencia hepática, la sepsis, el shock y la deficiencia de vitamina D. Además, algunos medicamentos también pueden tener un efecto similar en el organismo.
¿Cómo prevenir la acumulación de ácido láctico?
La acumulación de ácido láctico no causa problemas de salud graves, pero sí puede provocar molestias. Esto lo experimentan a menudo las personas que realizan entrenamientos de sprints y carreras. Seguir estos sencillos consejos puede ayudarle.
Comience cualquier rutina de entrenamiento de forma gradual. Empiece despacio y luego aumente el ritmo.
Si es la primera vez que hace ejercicio, aumente la cantidad de ejercicio cada semana, para que su cuerpo adquiera tolerancia.
Beba mucha agua antes y después del ejercicio para eliminar el exceso de ácido acumulado.
Duerma lo suficiente por la noche y dé a sus músculos tiempo entre ejercicios para recuperarse.
Si su medicación está provocando la acumulación de acidosis láctica, hable con su médico.
No deje de hacer ejercicio inmediatamente. Enfríese adecuadamente después del ejercicio.
Siempre escuche a su cuerpo. Si siente la sensación de quemazón durante el ejercicio, entonces es mejor parar, en lugar de estresar a su cuerpo.