Aunque la inteligencia y la sabiduría puedan parecer lo mismo, existen diferencias cualitativas observables entre ambas.
Estas diferencias están directamente relacionadas con el hecho de que nuestra mente opera en un nivel inferior y superior. El nivel inferior de la mente es altamente racional y se ocupa predominantemente de nuestro entorno inmediato.
Por el contrario, el nivel superior de la mente se dedica al pensamiento de orden superior al interrelacionar el conocimiento de las experiencias mentales, emocionales y físicas. El pensamiento de nivel inferior y el de nivel superior están relacionados con la inteligencia y la sabiduría, respectivamente.
Además, ser una persona inteligente no significa necesariamente que sea una persona sabia. La inteligencia tiene el potencial de manifestarse en sabiduría durante un largo período de tiempo. Esto corrobora por qué tendemos a asociar la sabiduría con las personas mayores.
¿Qué es la inteligencia?
La inteligencia se refiere al potencial de una persona para adquirir y aplicar conocimientos. El conocimiento es la comprensión teórica o práctica de un tema concreto. Fundamentalmente, se trata de un concepto abstracto porque la definición de inteligencia viene determinada por las circunstancias sociales y la disponibilidad de información científica. Por lo tanto, es importante reconocer que la inteligencia está vinculada a las capacidades de la persona más que a lo que ya sabe.
En términos de funcionamiento en la sociedad, las personas inteligentes son capaces de adquirir nuevas habilidades sin esfuerzo, resolver problemas de forma efectiva y comprender ideas complejas. A menudo, la inteligencia de una persona se pone a prueba a través de una variedad de pruebas. A nivel social, nuestra inteligencia se pone a prueba a lo largo de nuestra vida y dentro de diversas instituciones burocráticas como la escuela y la universidad.
También es importante reconocer que la inteligencia no está necesariamente ligada a la base moral de un individuo. Hay una serie de escenarios en los que las personas han utilizado su inteligencia para infringir la ley o hacer daño a los que les rodean. Una persona inteligente puede comprender eficazmente tanto los cuerpos de conocimiento progresivos como los regresivos.
¿Qué es la sabiduría?
La sabiduría es considerablemente más difícil de conceptualizar que la inteligencia. Hay una variedad de factores impredecibles que contribuyen a que un individuo sea considerado sabio. No se puede comprobar la sabiduría mediante un test de inteligencia o cualquier otra forma de prueba. La sabiduría abarca la obtención de conocimientos a través de la experiencia y el juicio crítico. Inevitablemente, las experiencias de cada persona son objetiva y subjetivamente diferentes. Por lo tanto, la sabiduría se manifiesta de muchas maneras diferentes.
Característicamente, la sabiduría es la capacidad de determinar la verdad y la validez del conocimiento acumulado. Además, suele desarrollarse al pasar por experiencias negativas y positivas que desarrollan los propios valores y la brújula moral. Por lo tanto, la sabiduría es el emparejamiento de los conocimientos acumulados de una persona y su capacidad para sintetizar estos conocimientos utilizando su comprensión moral del mundo.
En relación con las ideas mencionadas anteriormente; la sabiduría se ha vinculado a menudo con la espiritualidad y la religión. No existe un vínculo definitivo; sin embargo, las personas sabias suelen adoptar una mentalidad de «crecimiento personal», una característica de la mayoría de las prácticas espirituales y religiosas.
Similitudes entre inteligencia y sabiduría
Tanto la inteligencia como la sabiduría se centran en la idea de acumular utilizando el conocimiento. Además, suele ser imposible ser exclusivamente inteligente y exclusivamente sabio. La mayoría de las personas o exhiben características de ambos dentro de diferentes campos. Además, tanto la inteligencia como la sabiduría están vinculadas al funcionamiento de la mente. La mente es una entidad poderosa y compleja que tiene el potencial de desplazarse y cambiar dependiendo de factores sociales y ambientales.
En resumen, las similitudes entre la inteligencia y la sabiduría incluyen:
- Ambos están relacionados con la acumulación y la síntesis de conocimientos
- Ambos son conceptos independientes, aunque existen juntos.
- Ambos afectan al modo en que un individuo se relaciona con su entorno físico inmediato.
Diferencias entre inteligencia y sabiduría
La inteligencia y la sabiduría son dos características de la mente que inevitablemente se cruzan. Es poco probable que un individuo inteligente viva toda su vida sin adquirir algún tipo de sabiduría. Esto es especialmente cierto porque la sabiduría es un rasgo de carácter innegablemente subjetivo. La forma más viable de determinar si alguien es sabio es observar su comportamiento y juzgar su capacidad para reconocer las consideraciones éticas. Sin embargo, estas consideraciones se transforman continuamente. Así, resulta imposible identificar el verdadero rostro de la sabiduría.
Tabla comparativa: Inteligencia y sabiduría
Entendiendo las diferencias
Es más fácil conceptualizar la diferencia entre conocimiento y sabiduría cuando los conceptos se aplican a ejemplos prácticos. La inteligencia y la sabiduría son conceptos abstractos que resultan difíciles de comprender sin entender su manifestación en el mundo real.
La gente suele atribuir características de inteligencia a figuras de éxito como Bill Gates, el conocido cofundador de Microsoft. Su comprensión de su entorno inmediato le inspiró para crear un programa informático práctico que fomenta la propiedad intelectual y el potencial de otras personas inteligentes. Bill Gates puede seguir siendo considerado un individuo sabio. Su inteligencia fue el catalizador de su éxito y su sabiduría le ha permitido mantener su éxito durante décadas.
Por otra parte, la sabiduría la suelen mostrar los líderes políticos o religiosos progresistas y de éxito. Son el tipo de líderes que se relacionan con el mundo comprendiendo la variación de posibilidades y oportunidades que contribuyen a la obtención del conocimiento. Un individuo sabio suele ser consciente de sí mismo y un firme creyente en la lucha por lo que es correcto. Muchas personas describirían a Nelson Mandela como un arquetipo de sabiduría. Las personas sabias tienen una comprensión holística de su entorno y suelen utilizar sus conocimientos para promulgar cambios duraderos y significativos.
El novelista francés Marcel Proust encapsuló esta idea diciendo: «No recibimos la sabiduría; debemos descubrirla por nosotros mismos tras un viaje que nadie puede hacer por nosotros ni ahorrarnos»
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