Al llegar a la liga el novato sensación de Orlando, Shaquille O’Neal, se ganó la fama mundial como el maestro de los mates y los tiros bloqueados, que aterrorizaba a la oposición mientras transformaba a los Magic y a la liga. Según Shaq, la «octava maravilla del mundo» sólo recibió un mate. Shaq sigue considerando este momento como el más embarazoso de sus 19 años de carrera en la NBA:
«Siempre me sentí orgulloso de ser un hombre grande al que nunca le hacían mates. Así que una vez en Nueva Jersey, porque soy de Nueva Jersey, delante de todos los aficionados, estoy jugando contra Derrick Coleman. Y quizás no conozcas a Derrick Coleman; es zurdo, es una bestia. Entonces, Derrick me tiene en el bloqueo. ¡Y él toma un regate, dos regates, paso de caída, me golpeó con el pequeño ‘arco, y lo encestó!»
Shaquille O’Neal, NBA TV Open Court
¡Shaq ni siquiera sabía que le habían encestado hasta que el balón le golpeó en la cara! O’Neal miró a su familia y amigos en las gradas, y todo lo que vio fue un montón de caras cubiertas de vergüenza. Shaq se dirigió al banquillo y, según admitió, tenía una pequeña lágrima en el ojo.
Cada vez que se enfrentaban los Orlando Magic y los New Jersey Nets, dos emocionantes equipos de la división atlántica de principios de los 90, se producían partidos inolvidables. Especialmente para todos los aficionados presentes en el Brendan Byrne Arena de Meadowlands, Nueva Jersey. Aquellos dos jóvenes y robustos equipos se compenetraron a la perfección.
Delante de su familia y amigos, Shaq aterrorizaba a la respetable primera línea de los Nets, formada por Sam Bowie, Chris Dudley y la joven estrella Derrick Coleman, creando un problema de proporciones de pesadilla para el equipo de Chuck Daly. En el otro lado, con los Nets en ataque, D.C.-Derrick Coleman aterrorizaba a la defensa de los Magic, bien encendiendo y conectando desde fuera, bien bajando en un bloqueo bajo y anotando.
Los dos, Shaq y D.C. se enfrentaban. Sin piedad, sin remordimientos, hasta el último átomo de fuerza. La batalla comenzaría incluso antes del partido cuando los dos se enfrentaron verbalmente:
«Estamos ahí fuera, fuera de la red, hombre, hablando de mierda el uno al otro. Sabes lo que estoy diciendo. Así es como todos nosotros crecimos jugando al baloncesto. ‘Oye, ¿qué vas a hacer?’. ‘No tienes a nadie ahí abajo para controlarme; conseguiré 40’. ‘No consigues 40 en este M****rf****r.’ Vamos de un lado a otro, riéndonos, hablando mierda, hablando mierda».
Derrick Coleman, The Player’s Tribune
El 4 de marzo de 1993, en otro electrizante duelo entre ambos, Coleman se fue anotando 34 puntos, junto con 15 tableros y cuatro rechazos, mientras lideraba a los Nets a una convincente victoria en casa por 97-116. Pero lo más importante es que D.C. hizo una declaración masiva al encestar el balón sobre el novato sensación de Orlando, quien tuvo 18 puntos, 11 tableros y ocho tiros bloqueados!
«Conduje ese b***h y lo golpeé en su m****rf******n cabeza. ¡La golpeé! Le golpeé con eso (muestra el dedo). ¡Ves, Dikembe me robó eso! Me dolió pegarle a una madre con ese dedo, como ‘Sí'».
Derrick Coleman, The Player’s Tribune
Así que, la siguiente vez que esos dos equipos de la Conferencia Atlántica de ‘jóvenes pistoleros’ se enfrentaron, el 23 de abril de 1993 en Nueva Jersey, Nick Anderson anotó el máximo de su carrera, 50 puntos, y Shaq, que quería doblar a Coleman, ¡hizo una gran declaración tirando toda la construcción de la canasta!
Ese año, los Nets llegaron a la postemporada con un récord de 43-39 en la temporada regular, mientras que los Magic se lo perdieron por poco al ir 41-41 y haber quedado empatados con los Pacers por el 8º puesto en el Este.