Por Reuters Health
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NUEVA YORK (Reuters Health) – Un fármaco utilizado para tratar los síntomas de la psicosis en pacientes con esquizofrenia y trastorno bipolar puede ser también un medicamento útil para los individuos adictos al alcohol, según los hallazgos publicados en Alcoholism: Clinical & Experimental Research sugieren.
El aripiprazol, que se vende en EE.UU. con el nombre comercial de Abilify, es un antipsicótico atípico que aumenta los efectos sedantes del alcohol, mientras que disminuye sus efectos eufóricos, explican los investigadores. La actividad del aripiprazol sobre los receptores de dopamina en el cerebro -áreas que se cree que desempeñan un papel en el estado de ánimo y la adicción- sugiere que el fármaco reduciría los efectos reforzadores del alcohol y, por tanto, modularía la conducta de beber.
En el estudio actual, el Dr. Henry R. Kranzler y sus colegas del Centro de Salud de la Universidad de Connecticut, en Farmington, examinaron si el aripiprazol podía modificar los efectos conductuales y fisiológicos de una dosis moderada de alcohol en un grupo de bebedores sociales.
Los 18 participantes sanos tenían una media de 27,6 años y un peso medio para su altura. Informaron de que habían bebido moderadamente en los 90 días anteriores a la inscripción en el estudio: una media de 19,5 días de consumo de alcohol, 1,8 días de consumo excesivo, para un total de 47,8 bebidas estándar consumidas.
Los sujetos fueron asignados a participar en tres sesiones experimentales en secuencia aleatoria: sin medicación; 2,5 miligramos de aripiprazol; o 10 miligramos de aripiprazol el día anterior a la sesión de laboratorio. Durante la sesión, los participantes consumieron alcohol servido en tres tragos estandarizados, medidos individualmente según su sexo, altura y peso corporal.
Los autores midieron la concentración de alcohol en el aliento, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el equilibrio y los efectos subjetivos del alcohol regularmente a lo largo de las sesiones.
El consumo de alcohol provocó las respuestas fisiológicas y subjetivas esperadas. Por ejemplo, la frecuencia cardíaca aumentó a medida que aumentaba la dosis de aripiprazol. Aripiprazol también aumentó significativamente los efectos sedantes y disminuyó los efectos eufóricos del alcohol.
El tratamiento previo con aripiprazol fue generalmente bien tolerado. El acontecimiento adverso más comúnmente notificado fue el cansancio. Otros efectos adversos fueron náuseas, somnolencia, dolor de cabeza y dificultad para dormir.
Dado que el aripiprazol disminuye los efectos eufóricos del alcohol y aumenta sus efectos sedantes, este fármaco podría ser útil en el tratamiento del consumo excesivo de alcohol, concluye el equipo de Kranzler. En general, los resultados sugieren que «se justifica la realización de investigaciones adicionales sobre los efectos del aripiprazol en los efectos subjetivos del alcohol»
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