Introducción
Las investigaciones corroboran que el consumo de bebidas ácidas, como los refrescos y las bebidas deportivas, está positivamente correlacionado con la incidencia y la prevalencia de la caries dental y la erosión dental.1-3 La erosión dental se ha definido como la eliminación química de minerales de la estructura dental.4 La erosión del esmalte y de las superficies radiculares de los dientes es un problema de salud bucodental potencialmente grave en EE.UU., y el consumo de bebidas ácidas es un factor que contribuye a ello.1 El consumo general de refrescos carbonatados en EE.UU. aumenta continuamente, y entre el 56 y el 85% de los niños en edad escolar consumen al menos uno al día.5 El pH de la mayoría de los refrescos está dentro del rango de 2 a 4, lo que indica que es muy ácido. Cuando los dientes se bañan en el ácido de estas bebidas, se vuelven susceptibles de desmineralización. La desmineralización se produce cuando las bacterias acidógenas, en concreto el Streptococcus mutans, colonizan la cavidad bucal, formando un biofilm dental.6 El biofilm metaboliza los carbohidratos (como los azúcares que se encuentran habitualmente en los refrescos), lo que acidifica la saliva. El pH normal de la cavidad bucal es de aproximadamente 6,3, y cuando el pH desciende por debajo de 5,5, la estructura dental comienza a desmineralizarse.5 La bibliografía sugiere que cuanto más bajo es el pH de la bebida, mayor es la tasa de desmineralización del esmalte.1 Los refrescos no son las únicas bebidas ácidas que suponen un reto para la salud bucodental en EE.UU.; muchos estadounidenses consumen también café y bebidas deportivas, que también son ácidas. Cochrane et al. estudiaron el pH de varias bebidas deportivas y descubrieron que, aunque no era tan bajo como el de la Coca-Cola®, muchas de las bebidas Gatorade® y Powerade® también tenían un pH ácido que provocaba erosión dental cuando se analizaban.7 Aunque la erosión dental puede afectar a cualquier persona, algunas tienen un mayor riesgo de desmineralización y, posteriormente, de caries dental. Las personas con xerostomía (debido a la disminución de la saliva para amortiguar el contenido ácido de la boca), los que respiran por la boca y los que tienen brackets de ortodoncia tienen un mayor riesgo de erosión.5
La acidosis es una condición patológica de aumento de la concentración de iones de hidrógeno en la sangre y los tejidos corporales, y se produce cuando el pH arterial desciende por debajo de 5,55.8 Los efectos nocivos de la acidosis pueden incluir el aumento de la resorción ósea y la disminución de la función osteoblástica, como se puso de manifiesto en un estudio llevado a cabo por Brandao-Burch et al, quienes descubrieron que a medida que desciende el pH arterial, se reduce la mineralización del hueso.9 El agua mineral alcalina (por definición, el agua con minerales naturales como el calcio y el magnesio y un pH superior a 7) ha demostrado ser terapéutica para disminuir la resorción ósea, aumentar la densidad ósea y mejorar la hidratación.10-12 El agua de pozo artesiano naturalmente alcalina es beneficiosa debido a su capacidad para amortiguar los ácidos y ha demostrado ser eficaz en el tratamiento complementario de la enfermedad de reflujo gástrico.12,13 Además, existen pruebas de que una dieta alcalina puede ralentizar la progresión de algunas enfermedades crónicas, como la hipertensión, el desgaste muscular y los accidentes cerebrovasculares.14
Es importante que el profesional de la salud bucodental sea consciente de la acidez relativa de las bebidas que se consumen a diario y de cómo afectan a la salud bucodental. Algunas aguas, principalmente las embotelladas, que la gente suele creer que son más seguras que el agua del grifo, son en realidad ácidas y potencialmente perjudiciales para los dientes. Por las razones expuestas, su consumo podría suponer una amenaza para la salud bucodental y general de quienes consumen agua ácida. El contenido mineral del agua determina su pH y depende de la fuente, además del proceso de purificación.
Antes de hablar de marcas específicas, es necesario distinguir entre diferentes tipos de agua embotellada. El agua de manantial natural procede de manantiales naturales específicos, donde la tierra la filtra de forma natural. Algunos manantiales son naturalmente alcalinos, mientras que otros son más ácidos. El agua de manantial natural suele filtrarse y desinfectarse mediante procesos que incluyen, entre otros, la filtración con carbón activado para eliminar el cloro añadido, la microfiltración para eliminar las partículas y el saneamiento con luz ultravioleta para destruir las bacterias.15 El contenido mineral original del agua de manantial natural se conserva durante el proceso de filtración, lo que hace que el pH se corresponda exactamente con el contenido mineral alcalino (o ácido) del agua. Otro término para el contenido mineral total del agua es el de sólidos totales disueltos (TDS), que se refiere a las sustancias inorgánicas y orgánicas presentes en solución en el agua y capaces de sobrevivir a la filtración a través de un pequeño filtro.15 Los componentes de los TDS incluyen, entre otros, el calcio, el sodio, el potasio, el magnesio, el cloruro, el sulfato y el nitrato.15 El agua de pozo artesiano procede de un acuífero confinado que contiene agua subterránea bajo presión positiva.16 Al igual que el agua de manantial natural, también retiene su contenido mineral durante la filtración. El pH del agua artesiana dependerá de la acidez o alcalinidad del pozo artesiano. El agua potable purificada se obtiene de un suministro público de agua de una zona determinada y luego se filtra por ósmosis inversa, destilación u otro proceso.17 El contenido mineral del agua se elimina durante el proceso de filtración, y algunas marcas añaden posteriormente minerales y/o electrolitos para darle sabor. Dado que los minerales alcalinos se eliminan durante la filtración, es posible que el agua potable purificada tenga un pH más bajo que el agua natural de manantial o de pozo (dependiendo de la naturaleza de la fuente).
El agua alcalina, o agua mineral, es cada vez más popular en todo el mundo, pero es importante distinguir entre el agua alcalina (mineral) natural y el agua alcalina ionizada. No es posible diferenciar entre ambas basándose únicamente en el pH. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. exige que el agua alcalina natural contenga al menos 250 partes por millón de TDS de una fuente de agua subterránea geológicamente y físicamente protegida, y que el agua no contenga minerales añadidos.18 El agua alcalina natural contiene una alta concentración de minerales directamente de la fuente, y su pH corresponde exactamente a su contenido mineral. El agua alcalina ionizada no depende de la fuente (y a menudo comienza como agua del grifo); el pH del agua se altera mediante electrólisis, o la división de la molécula de agua en iones de hidrógeno e hidróxido con una corriente eléctrica.19 Por lo tanto, el pH alcalino se crea artificialmente, y no coincide con el contenido mineral del agua. El agua ionizada puede producirse con un aparato casero llamado ionizador de agua, o puede adquirirse comercialmente. Los defensores del agua ionizada alcalina afirman que es un antioxidante, que aumenta la hidratación y la energía y que incluso puede ralentizar el proceso de envejecimiento.19 Sin embargo, se carece de investigaciones científicas que respalden estas afirmaciones. De hecho, un ensayo clínico con ratas detectó daños en el músculo del miocardio tras el consumo de agua ionizada alcalina.20-22
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Valores de pH comparados
Un ensayo clínico realizado por Koufman y Johnston descubrió que el agua alcalina natural (pH 8,8) era terapéutica en el tratamiento de la enfermedad por reflujo ácido13. Se descubrió que el agua alcalina desnaturaliza la pepsina 3b humana, que es la enzima que descompone las proteínas en el proceso de digestión.13 Los enfermos de reflujo ácido experimentan sensaciones dolorosas y de ardor debido a que los alimentos y bebidas ácidas activan la pepsina que ha sido empujada a las vías respiratorias desde el estómago. Es imperativo reconocer que este estudio destacó los beneficios terapéuticos del agua alcalina natural, en contraposición al agua alcalina ionizada.
Equipado con una base de conocimientos sobre las importantes diferencias entre los tipos de aguas embotelladas, el higienista dental estará mejor preparado para educar e informar a los pacientes sobre el consumo de agua. Sin embargo, el conocimiento del valor de pH y TDS del agua (que a menudo no se encuentra ni siquiera en Internet) también desempeñará un papel importante en las recomendaciones que el profesional haga a sus pacientes. El objetivo de este estudio era investigar, probar y comparar marcas y tipos específicos de agua embotellada para detectar su posible acidez.