Hoy hace 23 años, Michael Jordan anotó 54 puntos contra los Knicks de Nueva York y salvó las posibilidades de los Bulls de conseguir su primer triplete en las Finales de la Conferencia Este de 1993.
Cuando se habla de la leyenda de Michael Jordan, hay muchos recuerdos y partidos que me vienen a la cabeza. Sólo de pasada, partidos como la actuación de 63 puntos de Jordan contra los Boston Celtics en 1986 y «El Juego de la Gripe» en las Finales de la NBA de 1997 están grabados en la historia de la NBA como algunas de las mejores actuaciones de la historia.
El martes se cumplen 23 años de un momento de Jordan bastante subestimado.
Jordan dominó a los Knicks de Nueva York, primeros clasificados, en el cuarto partido de las Finales de la Conferencia Este de 1993, con una actuación de 54 puntos que empató la serie a 2-2.
¿Por qué el cuarto partido contra los Knicks fue un momento tan clave en la carrera de Jordan?
Por un lado, los Bulls perseguían su tercer campeonato consecutivo y, por otro, Jordan no se lució precisamente contra los Knicks dirigidos por Pat Riley. En los otros cinco partidos de la serie, Jordan encestó 44 de 125 (35,2%), pero cuando los Bulls más lo necesitaban, el mejor jugador del juego cumplió.
El momento más famoso de esta serie fue la defensa de Scottie Pippen en el aro sobre casi toda la plantilla de los New York Knicks en los momentos finales del quinto partido, que dio a los Bulls una ventaja de 3-2 en la serie, pero los Bulls no están en esa posición sin el magistral partido 4 de Jordan.
El cuarto partido contra los Knicks es una actuación bastante olvidada en la carrera de Jordan porque ha tenido muchos partidos ridículos en su carrera, pero éste fue tan clutch como puede serlo. Jordan sólo había encestado un 32% en los tres partidos anteriores al cuarto partido contra el mejor equipo defensivo de la NBA y dio un paso al frente como lo hizo a lo largo de su carrera en el Salón de la Fama.
John Starks (al que se puede ver cómo se le destroza a lo largo del vídeo de arriba) era uno de los pocos jugadores en la era de Jordan que podía seguir el ritmo de las embestidas ofensivas de Jordan, pero en esta noche, no importaba a quién pusieran los Knicks delante de Jordan.