Si echamos un vistazo a tiempos pasados, nos daremos cuenta de que el uso de ácidos exfoliantes en el cuidado de la piel no es nada nuevo. Cleopatra, la reina del Antiguo Egipto, se bañaba regularmente en leche de burra, que ahora se sabe que es rica en ácido láctico, mientras que las mujeres francesas utilizaban vino añejo que contiene ácido tartárico. Personalmente, considero que los peelings químicos para la cara son bastante duros para la piel y creo que los beneficios que ofrecen se pueden obtener por otros medios, pero no por ello dejan de ser muy populares. Por eso, como bastantes de vosotros me habéis pedido mi opinión al respecto, he preparado una guía rápida con sus propiedades, dosis y usos.
Cómo funcionan
Los peelings químicos faciales son ácidos exfoliantes que alteran el pH de la piel, haciendo que las interconexiones celulares de los corneocitos (células maduras) se rompan y se desprendan, acelerando su eliminación. Como resultado, la capa basal de la piel (la más interna de la epidermis) acelera su proceso de renovación de los tejidos.
Ácido cítrico
Se encuentra en los alimentos, especialmente en los cítricos. Los limones son especialmente ricos en este ácido y pueden contener hasta un 8% de contenido en materia seca. Esto significa que cada litro de limón exprimido contiene hasta 47g de ácido cítrico. Su acción es principalmente queratolítica.
GLUCONOLATONA
Libera ácido glucónico, que favorece la exfoliación y la renovación celular y modula el proceso de queratinización. También tiene una buena capacidad antioxidante y restauradora, por lo que es ideal para su uso en una barrera cutánea dañada. Es un exfoliante con excelentes propiedades hidratantes y, como también está presente de forma natural en la piel, ayuda a la renovación celular. Mucho más suave que otros hidroxiácidos, suele combinarse con otros agentes exfoliantes (en particular, los alfahidroxiácidos) para que el producto de exfoliación facial sea menos irritante para la piel.
Ácido glicólico
Se obtiene de fuentes naturales como las frutas, la remolacha y la caña de azúcar. El nivel de exfoliación que se produce suele ser muy superficial e incluso sin retirar el producto, la probabilidad de irritación de la piel es relativamente baja. En cuanto a los peelings faciales químicos, éste proporciona una exfoliación muy rápida (molécula ligera, de bajo peso molecular, fácilmente absorbida por la piel).
Beneficios:
- El ácido glicólico estimula la síntesis de colágeno, ácido hialurónico, mucopolisacáridos.
- Tiene excelentes propiedades exfoliantes a una concentración de entre el 10 y el 15%, por lo que se utiliza en el tratamiento del acné, la psoriasis y la queratosis.
- En concentraciones más altas (15-70%), este ácido exfoliante se utiliza para tratar las líneas finas, las estrías y la hiperpigmentación.
Efectos secundarios comunes:
Enrojecimiento, dermatitis, hormigueo, eritema y sensibilización de la piel.
Ácido láctico
El ácido láctico tiene propiedades muy similares a las del ácido glicólico, con la ventaja añadida de ser más económico y de ser más compatible con la piel. Es uno de los peelings químicos faciales que acidifica de forma natural la superficie de la epidermis. Sin embargo, nunca ha alcanzado el mismo éxito comercial que el ácido glicólico, que es mucho más popular en los productos para el cuidado de la piel. Promueve la suavidad, la hidratación, la luminosidad y la elasticidad de la piel, pero se necesita más investigación para confirmar si es capaz de estimular la síntesis de ceramidas y, por tanto, aumentar la función de barrera de la piel.
Beneficios:
- Se utiliza como agente exfoliante en el tratamiento de la caspa, la queratosis, las verrugas, los callos y el acné.
- Normalmente se combina con otros agentes exfoliantes para contrarrestar la piel seca y agrietada.
- Se utiliza en productos de higiene femenina.
Efectos secundarios comunes:
Enrojecimiento, dermatitis y sensibilización de la piel.
Ácido lactobiónico
Este ácido se forma mediante la combinación de ácido glucónico, un polihidroxiácido, y una molécula de azúcar, (galactosa). Debido a su masa relativamente elevada y a su forma de reaccionar ante la humedad, la exfoliación que se obtiene es muy superficial y ligera.
Beneficios:
- Tiene una notable actividad reparadora y cicatrizante, propia de la galactosa, un azúcar que desempeña un papel clave en la síntesis del colágeno.
- Tiene una acción antioxidante muy potente.
- Aclara y suaviza la piel. Es mucho más suave que otros hidroxiácidos.
- Promueve la renovación celular regulando la queratinización.
- Se utiliza como tratamiento antienvejecimiento.
- Dada su delicada acción, se utiliza en pieles sensibles.
Ácido Málico
Es un alfahidroxiácido (AHA) que proviene de la fruta, especialmente de la manzana. Combinado con otros AHA, proporciona una muy buena actividad queratolítica – Hace que las células maduras se desprendan más rápidamente y reduce el grosor del estrato córneo. Esto permite la rápida eliminación de las células pigmentadas, aumentando la luminosidad de la piel. También puede aplicarse a las pieles que sufren de acné quístico, ya que hace que las lesiones cutáneas se drenen.
Ácido mandélico
El ácido mandélico se utilizó por primera vez en productos para el cuidado de la piel hace unos cincuenta años, y fue un éxito inmediato. Tanto es así que, hoy en día, es uno de los ingredientes más utilizados en las fórmulas diseñadas para aclarar y exfoliar la piel. El nombre «mandélico» deriva de la palabra «mandel», que en alemán significa almendra.
Para mí es uno de los peelings químicos faciales que se sitúa entre el glicólico y el salicílico (es más fuerte que el ácido glicólico pero no tanto como el salicílico). En la mayoría de los casos, no hay efectos secundarios como ardor u hormigueo inmediatamente después de aplicarlo, por lo que suele recomendarse para tipos de pieles sensibles. Este ácido exfoliante también puede aplicarse antes de la exposición al sol, ya que no es fotosensible.
Beneficios:
- Se utiliza principalmente en el tratamiento del acné.
- También es útil en el tratamiento de los puntos negros, la decoloración de la piel, la piel seca y agrietada, las líneas finas y la rosácea.
Ácido Pirúvico
Mucho más fuerte que el ácido glicólico y el ácido salicílico.
Beneficios:
- Potente actividad queratolítica, utilizada en el tratamiento de las imperfecciones de la piel.
- Rápida eliminación de las células pigmentadas que aumenta la luminosidad de la piel.
- Gracias a su lipofilia, penetra profundamente en los folículos donde ejerce un efecto bacteriostático y comedolítico, provocando el drenaje de quistes y microquistes.
- También tiene un efecto sebostático sobre la piel.
Ácido retinoico
(Derivado del retinol) La forma ácida de la vitamina A. Se sabe que la acción exfoliante del ácido retinoico repara y normaliza la capacidad de la piel. Sin embargo, al igual que la tretinonina, el ácido retinoico es un conocido teratógeno en dosis elevadas, incluso mucho después de finalizar el tratamiento. Su uso está prohibido durante el embarazo y la lactancia.
Beneficios:
- Promueve la renovación celular, hidrata la piel y la mantiene más suave durante más tiempo.
- Este peeling químico facial suele formularse junto con activos despigmentantes.
- Puede utilizarse para tratar las líneas de expresión.
- Mantiene la integridad y funcionalidad de la piel.
Ácido salicílico
Un beta-hidroxiácido (BHA) derivado de la hidrólisis enzimática de la salicina, un glucósido salicósido extraído de la planta Salix alba (sauce). Es un ácido más fuerte que los mencionados anteriormente en este artículo. Al ser soluble en la grasa y en los lípidos de la piel, puede penetrar fácilmente en el estrato córneo y en el interior de los conductos sebáceos. También es un buen antimicrobiano.
Beneficios:
- Se utiliza en el cuidado de la piel para preparar peelings cutáneos superficiales destinados a tratar el acné pustular leve o moderado.
- Puede penetrar rápidamente en las lesiones inflamadas, eliminando las bacterias y calmando la piel.
- Efectos exfoliantes garantizados incluso a concentraciones muy bajas (1-2%).
- También se utiliza en el tratamiento del melasma y la hiperpigmentación postinflamatoria.
- Durante todo el período de tratamiento (4-6 sesiones, separadas por al menos 3 semanas), se recomienda encarecidamente evitar la exposición al sol.
Efectos secundarios comunes:
El efecto exfoliante puede ser muy evidente, provocando a veces la aparición de manchas oscuras (que desaparecen espontáneamente al cabo de unos días). No debe administrarse a las personas alérgicas a los salicilatos.
Ácido tartárico
El ácido tartárico es otro alfahidroxiácido que se encuentra en las frutas y es especialmente abundante en la uva y el tamarindo. Se utiliza principalmente en productos para aclarar la piel, destinados a tratar el melasma. También se emplea en productos antiacné, antienvejecimiento y se utiliza en el tratamiento de pieles impuras, bloqueadas o engrosadas. Otra propiedad destacable es su capacidad para regular el pH de la piel. Se suele utilizar en concentraciones entre el 1 y el 10%, solo o combinado con otros alfahidroxiácidos.
TRETINOÍNA
(Derivado del retinol) Se utiliza en dermatología como exfoliante en el tratamiento de la hiperpigmentación postinflamatoria. Se suele utilizar en concentraciones muy bajas (0,05-1%). Ofrece efectos visibles a largo plazo (6 meses o más después del tratamiento).
Ácido tricloroacético (TCA)
Sólo se utiliza en dermatología para el tratamiento de verrugas, decoloración de la piel, cicatrices post acné y post quirúrgicas, rosácea, fotoenvejecimiento medio-grave, melasma, manchas solares, queratosis.
Se utiliza en concentraciones que oscilan entre el 10% y el 40% según el tipo de peeling que se vaya a realizar (10-25% para un peeling superficial, 30-40% para un peeling profundo). Según la concentración utilizada, la piel puede tardar entre 3 y 15 días en regenerarse. Tras el tratamiento, puede producirse escozor, ardor, hiperemia, enrojecimiento, hinchazón y eritema.