La dieta principal de estas hormigas es la melaza de los áfidos, pero también se alimentan de invertebrados como insectos y arácnidos; son voraces carroñeras. Las rutas de búsqueda de alimento pueden extenderse 100 m. Se ha observado que las obreras más grandes buscan alimento más lejos del nido. F. rufa se utiliza habitualmente en la silvicultura y a menudo se introduce en una zona como forma de control de plagas.
Comportamiento de las obrerasEditar
Se ha observado que las hormigas obreras de F. rufa practican el cuidado parental o realizan la lactancia del capullo. Una hormiga obrera pasa por una fase sensible, en la que se acostumbra a un estímulo químico emitido por el capullo. La fase sensible se produce en un periodo temprano y específico. Moli et al. realizaron un experimento para comprobar cómo reaccionan las hormigas obreras a diferentes tipos de capullo: capullos homoespecíficos y heteroespecíficos. Si la hormiga obrera se cría en ausencia de capullos, no muestra ni reconocimiento ni comportamiento de lactancia. Ambos tipos de capullos son abiertos por las obreras y devorados para obtener nutrientes. Cuando están acostumbradas a los capullos homoespecíficos, las obreras recogen ambos tipos de capullos, pero sólo colocan y protegen los capullos homoespecíficos. Los capullos heteroespecíficos son descuidados y abandonados en el nido y comidos. Por último, si se inyecta a los capullos heteroespecíficos un extracto de los capullos homoespecíficos, las obreras se ocupan de ambos tipos de capullos por igual. Esto demuestra que un estímulo químico de los capullos parece tener una importancia primordial a la hora de provocar el comportamiento de adopción en las hormigas obreras. Sin embargo, no se ha identificado el estímulo químico específico.
Comportamiento de forrajeoEditar
El comportamiento de forrajeo de las hormigas de la madera cambia según el entorno. Se ha demostrado que las hormigas de la madera atienden y cosechan pulgones y depredan y compiten con otros depredadores por los recursos alimenticios. Tienden a alimentarse de los miembros más abundantes de la comunidad, ya sea en las copas de los árboles o en el follaje del bosque. Las hormigas de la madera parecen favorecer a las presas que viven en las copas de los árboles cercanos a su nido; sin embargo, cuando los recursos alimenticios disminuyen, buscan otros árboles más alejados de los nidos y exploran más árboles en lugar de explorar más a fondo el suelo del bosque. Esto hace que la búsqueda de comida sea significativamente menos eficiente, pero el resto del nido no ayuda a las hormigas que buscan comida.
Comportamiento de parentescoEditar
Las hormigas de la madera han mostrado un comportamiento agresivo hacia su propia especie en determinadas situaciones. La competencia intraespecífica suele producirse a principios de la primavera entre obreras de nidos competidores. Esta agresión puede estar vinculada a la protección del mantenimiento del territorio y del rastro. Al observar las escaramuzas y la formación de senderos de las hormigas de la madera, el territorio que rodea a cada nido difiere entre estaciones. Los senderos permanentes de forrajeo se refuerzan cada temporada, y si una hormiga de una especie ajena lo cruza, se produce una actividad hostil. Lo más probable es que los cambios de territorio basados en los patrones de forrajeo estén influenciados por los cambios estacionales.
Las hormigas reconocen a sus compañeras de nido mediante señales químicas. Un fallo en el reconocimiento hace que la integridad de la colonia decaiga. Los metales pesados acumulados por el entorno alteran los niveles de agresión. Esto podría deberse a diversos factores, como cambios en el efecto fisiológico o en los niveles de recursos. Las hormigas en estos territorios tienden a ser menos productivas y eficientes. Se esperaría que una mayor competencia por los recursos aumentara el nivel de agresión, pero no es el caso.