- Abby Lee Miller ha cosechado una tonelada de fama como el entrenador duro en Dance Moms, pero hay algunas cosas que los fans pueden no saber acerca de su vida hasta este punto.
- Abby es hija única, y su madre, Maryen Lorrain Miller, abrió varios estudios de danza mientras Abby crecía.
- Su madre nunca empujó a Abby a ser una bailarina, pero Abby se enamoró de ella de todos modos y comenzó a entrenar. Abby volverá a Lifetime para la octava temporada de Dance Moms esta noche.
Durante seis dramáticas temporadas de Dance Moms, los fans han llegado a conocer un poco a Abby Lee Miller, la dura coreógrafa del programa que nunca ha evitado sacar el látigo cuando se trata de sus bailarines y sus madres. Sin embargo, lo que quizá no sepas es que Abby es hija de una madre bailarina.
Hija única, Abby nació de George Miller y Maryen Lorrain Miller. Su madre, bailarina, miembro certificado desde hace 50 años de Dance Masters of America y propietaria de un estudio de danza, inspiró el amor de Abby por las artes, pero «nunca la empujó a ser el centro de atención», según la Abby Lee Dance Company. Sin embargo, Abby se aficionó después de ver a su madre abrir varios estudios de danza en Miami Beach, Florida, y Pittsburgh. Abby acabó haciéndose cargo del local de Pittsburgh y lo rebautizó como Reign Dance Productions en 1984. Ese es el estudio donde se han filmado la mayoría de las temporadas de Dance Moms.
El padre de Abby manejaba la parte comercial de su estudio. Ella habló de lo «genial» que era todo cuando su padre estaba cerca, cuando se sentó con una Monica The Medium en la sexta temporada de su exitoso programa. Miller falleció en el año 2000, el Día del Padre, a causa de un tumor cerebral no detectado. La madre de Abby murió 14 años después de un cáncer de colon.
Abby filmó Dance Moms de 2011 a 2016, y firmó otros tres acuerdos con Lifetime para tres programas spinoff: Dance Moms: Miami, Abby’s Ultimate Dance Competition y Abby’s Studio Rescue. Decidió dejar la franquicia tras la sexta temporada de Dance Moms después de años de sentirse «manipulada, irrespetada y utilizada» por el equipo, un grupo que describió como: «hombres que nunca tomaron una lección de baile en su vida y tratan a las mujeres como basura», según Deadline.
Su salida del reality show coincidió con la acusación de Abby y su eventual cargo por fraude de bancarrota por ocultar 775.000 dólares de sus ganancias y hacer que sus amigos viajaran con grandes sumas de dinero en su nombre. Fue condenada a un año y un día de prisión.
Tras su liberación, los médicos diagnosticaron a Abby una forma rara de linfoma no Hodgkins llamada linfoma de Burkitt en 2018. El año de tratamientos de Abby incluyó cirugías de columna, 10 rondas de quimioterapia y terapia física para mejorar su movilidad. Hoy, está libre de cáncer, en silla de ruedas, y se dirige de nuevo a Lifetime para el regreso de Dance Moms: Resurrection para la octava temporada que se estrena esta noche.