Las granadas son una de las mejores cosas que puedes poner en tu cuerpo. Para empezar, son una buena fuente de vitamina C, un refuerzo probado de la inmunidad. Una sola fruta proporciona el 16% de la ingesta diaria recomendada. (Por desgracia, no obtendrás más vitamina C si bebes zumo de pomelo: El proceso de pasteurización mata la vitamina). Aquí hay cuatro beneficios adicionales de esta fruta maravillosa:
CARGA DE FIBRA
Esta jugosa fruta roja también está cargada de fibra. Los arilos (los frutos agrios e individuales) contienen unos cinco gramos por media taza, siempre que se coman con la semilla. Espolvoréalos en ensaladas, cereales, tortitas, gofres o yogur helado. O prepara un parfait con yogur de vainilla bajo en grasa, arilos y cereales integrales.
SALUD DEL CORAZÓN
Añadir arilos a la dieta también puede ayudar a su corazón. Los estudios demuestran que los compuestos llamados taninos del zumo de granada pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, disminuir los niveles de colesterol malo LDL y reducir los niveles de estrés oxidativo en las arterias. Para un batido fácil, mezcla el zumo de granada con bayas, yogur natural y proteína en polvo.
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Lucha contra los radicales libres
Las granadas también son ricas en antioxidantes. Numerosos estudios demuestran que una dieta rica en frutas y verduras puede ayudar a neutralizar los radicales libres en el cuerpo antes de que causen enfermedades o envejecimiento prematuro. Según un estudio de la UCLA, las sustancias químicas antioxidantes de las granadas pueden incluso prevenir la reaparición del cáncer de próstata.
RECIBE POTASIO
Ocho onzas de zumo de granada aportan aproximadamente el 10% de su cuota diaria de potasio, un nutriente necesario para la producción de energía y para mantener la presión arterial bajo control. Para hacer tu propio zumo, procesa los arilos en una licuadora hasta que estén suaves y luego cuélalos. De esta manera también obtendrá vitamina C, ya que no está calentando el zumo.
¿SABÍA?
Cómo comprar granadas: Compre granadas gordas con la piel intacta. Se conservarán a temperatura ambiente, lejos de la luz directa, durante unos días, o refrigérelas hasta tres meses. Los arilos y el zumo fresco aguantan tres días en la nevera. Congele los arilos y consérvelos en recipientes herméticos durante más de seis meses.
Una misma cosa: el superdulce granadina de los bares está hecho en realidad de zumo de granada. De hecho, el nombre del edulcorante se inspira en el aspecto de la fruta, del tamaño de una palma, que se parece a una granada.
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