¿Qué es un absceso?
Un absceso es una acumulación de pus en el interior del cuerpo, generalmente por una infección. Si está cerca de la superficie del cuerpo, el pus puede atravesar la superficie y drenar.
Causas de los abscesos
Los abscesos suelen desarrollarse cuando se tiene una infección bacteriana que el sistema inmunitario intenta contener. En el proceso de lucha contra la infección, se produce pus (una mezcla líquida o semilíquida de bacterias y células muertas).
Otras causas incluyen infecciones no bacterianas, pelos encarnados o una glándula o conducto bloqueado.
Tipos de abscesos
Hay muchos tipos diferentes de abscesos, entre ellos:
- Abscesos cutáneos o forúnculos – que suelen afectar a la cara, la garganta, axilas o ingle
- abscesos dentales – en el interior del diente o la encía
- abscesos o quistes pilonidales – en el pliegue de las nalgas
- abscesos anales o anorrectales – en o alrededor del ano
- abscesos mamarios – pueden desarrollarse si la mastitis no se trata rápidamente
- abscesos vaginales también llamados quistes de Bartolino
Los abscesos también pueden desarrollarse en otras partes del cuerpo, como el cerebro, el riñón u otros órganos, normalmente como complicación de una enfermedad existente.
Síntomas de los abscesos
Los síntomas de un absceso dependen del lugar donde se desarrolle.
Si tiene un absceso bajo la piel o en la boca, los síntomas pueden incluir hinchazón y enrojecimiento en la zona. A medida que el pus se acumula, puede causar dolor. También puede presentar inflamación de los ganglios (nódulos linfáticos) y fiebre.
Si tiene un absceso interno, puede tener dolor en la zona afectada, fiebre y malestar general. Es posible que se necesiten pruebas de imagen, como una ecografía, para detectar el problema.
Tratamiento y prevención de los abscesos
Los abscesos pequeños a veces pueden reventar y curarse por sí solos. Sin embargo, los abscesos más grandes o internos deben ser drenados por un médico (a veces con cirugía). También puede ser necesario tomar antibióticos.
Si tiene un absceso, siga las instrucciones de su médico para cuidarlo. Normalmente se cubrirá con un vendaje. Lávese siempre las manos con agua y jabón antes de cambiar el vendaje.
Si el absceso está en la boca, póngase una compresa fría en la parte exterior de la mejilla para controlar la hinchazón y acuda a un dentista inmediatamente.
Si tiene un absceso que no ha sido drenado, puede utilizar el calor para aliviar los síntomas. Coloca una toalla sobre el absceso y utiliza una compresa o almohadilla térmica durante 20 o 30 minutos. Retire la fuente de calor si la piel se enrojece.
Si tiene un absceso, busque atención médica si tiene fiebre, escalofríos, la zona alrededor del absceso se calienta o el enrojecimiento y la hinchazón empeoran.
Una vez que un absceso ha drenado, suele curarse rápidamente y no causa consecuencias a largo plazo.
Para ayudar a prevenir los abscesos:
- mantén la piel limpia y sana
- evita los arañazos o rasguños en la piel
- comete de forma saludable para reforzar tu sistema inmunitario y mantén un peso saludable.
- Evita fumar