Normalmente le hubiera dado un 7/10, pero viéndola con el espíritu navideño, y en particular comparada con la mayoría de las películas y series navideñas basura norteamericanas, aumenté la calificación a 8. Como alguien de una cultura no cristiana, realmente disfruté viendo el calor original y tradicional que sentí en esta serie en comparación con todas las falsas navidades comerciales que siento en Norteamérica. Como alguien que nunca ha sido capaz de relacionarse con la celebración de la Navidad al estilo norteamericano, tengo que admitir que esta serie me dio la sensación de calidez que siempre he sentido desde la infancia en nuestras celebraciones de año nuevo… La calidez de algo tradicional y mucho más original que empujar a la gente a ir al centro comercial. En este sentido, me encantó esta serie.
Además, también aprecio mucho que, a diferencia de las series y películas norteamericanas convencionales (especialmente las navideñas) que siguen haciendo hincapié en lo tristes, necesitadas e incompletas que son las mujeres solteras a partir de cierta edad y que sólo serían felices si se aferran a un hombre, ésta intenta mostrar que una mujer, tal y como es, se basta a sí misma y no debe dejar que toda la presión social y las expectativas familiares la empujen a conformarse con algo que no la hace feliz. Me encanta cómo muestra que Johanna, a pesar de todas sus dudas en sí misma, de todos sus altibajos, de todos sus dobleces ocasionales ante la presión familiar, no se conforma con algo menos de lo que merece. Me encanta su carácter realista, muy normal, que tiene sus momentos de debilidad, que se derrite, que se apoya en sus amigos y en su familia en momentos de necesidad, pero que al mismo tiempo es una persona independiente y fiable en la vida de su familia, de sus amigos, de sus colegas y de sus pacientes. Me encanta que a pesar de todos los momentos ocasionales en los que se siente débil o como una perdedora, al final utiliza su red de apoyo para secarse las lágrimas y volver a ponerse en pie. Es taaaaan opuesta a la basura americana que se anuncia. Me encanta cómo en el primer episodio se enfatiza cómo las personas solteras son ignoradas por toda la cultura comercial (no hay edición de pijamas para solteros, sólo parejas y familia).
Además, también disfruté del sentido del humor muy real y de las bromas sensatas de la serie.
En general, nada muy profundo o extraordinario, pero una gran opción «correcta» ligera y feliz para la temporada navideña, especialmente una Navidad como ésta con todas las restricciones relacionadas con COVID.