Dado el tremendo éxito de la estimulación cerebral profunda (ECP) para el tratamiento de los trastornos del movimiento y neuropsiquiátricos, los clínicos han comenzado a abrirse al posible uso de la estimulación eléctrica para el tratamiento de pacientes con convulsiones no controladas. Este proceso ha dado lugar al descubrimiento de una amplia gama de objetivos de la ECP, como el cerebelo, el hipotálamo, el hipocampo, los ganglios basales y varios núcleos talámicos. A pesar de la ambigüedad del mecanismo de acción y de las incógnitas que rodean a los ajustes de estimulación potencialmente ideales, varios ensayos recientes han demostrado empíricamente una eficacia razonable en casos seleccionados de convulsiones refractarias a la medicación. Estos interesantes resultados han impulsado una serie de estudios destinados a establecer firmemente la ECP como un tratamiento eficaz para casos seleccionados de epilepsia intratable, y muchas empresas aspiran a la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos. Nos esforzamos por revisar los estudios en el contexto de los diversos objetivos de la ECP y sus circuitos relevantes para la epilepsia. Basándonos en el desarrollo de la investigación, la ECP tiene el potencial de desempeñar un papel importante en el tratamiento de la epilepsia refractaria. El reto, al igual que en los trastornos del movimiento, es reunir equipos interdisciplinarios para examinar, implantar y seguir a los pacientes, y aclarar la selección de éstos. El futuro estará sin duda marcado por la optimización de los objetivos y los parámetros de estimulación y el desarrollo de las mejores prácticas. Con enfoques terapéuticos adaptados, los pacientes con epilepsia tienen el potencial de mejorar con la ECP.