El propósito de este estudio fue evaluar el beneficio a largo plazo de la isotretinoína en el acné resistente a la terapia. También se evaluaron los factores de riesgo que podrían influir en el resultado a largo plazo. Se estudiaron 88 pacientes (edad media de 20,8 años), la mayoría de los cuales habían sufrido acné durante muchos años (media de 7,4 años). Recibieron isotretinoína en una dosis inicial de 0,5 o 1,0 mg/kg/día. La dosis se ajustó posteriormente en función de la respuesta y los efectos secundarios. La mayoría de los pacientes sólo necesitaron 4 meses de terapia para producir al menos un 85% de mejora clínica. Los pacientes fueron examinados hasta 10 años después de la terapia (media de 9 años). Sesenta y un pacientes seguían prácticamente libres de la enfermedad. De los demás, el 16% necesitó más tratamiento con antibióticos convencionales y el 23% requirió un segundo curso de isotretinoína. De los que recayeron, el 96% lo hizo en los tres años siguientes a la interrupción del tratamiento. La edad, el sexo y la duración del acné de los pacientes no influyeron en el resultado. Sin embargo, en los pacientes con acné predominantemente troncal, especialmente cuando es grave, hubo una mayor incidencia de recaídas. Se sabe que la excreción de sebo se correlaciona con la gravedad del acné, pero se comprobó que el grado de supresión de sebo a largo plazo no estaba relacionado con la recaída. El esquema de dosis, en particular la dosis acumulada, fue un factor importante para determinar la tasa de recaída. Los pacientes que recibieron 0,5 mg/kg diarios, o una dosis acumulada de < 120 mg/kg, tuvieron una tasa de recaída significativamente mayor que los pacientes que recibieron una dosis mayor. No se observaron efectos secundarios sistémicos o bioquímicos a largo plazo. Concluimos que la isotretinoína es un tratamiento seguro y eficaz. (RESUMEN TRUNCADO A 250 PALABRAS)