Todos pensamos que tenemos varias necesidades -la necesidad de comida, por ejemplo, o la necesidad de compañía- que influyen en nuestras elecciones y comportamientos. Esta idea también subyace en algunas teorías de la motivación. En 1943, Abraham Maslow propuso una jerarquía de necesidades que abarca el espectro de los motivos, desde los biológicos hasta los individuales y los sociales.
La teoría de Maslow define la motivación como el proceso de satisfacción de ciertas necesidades que se requieren para el desarrollo a largo plazo. Según Maslow, una necesidad es una condición o sentimiento relativamente duradero que requiere alivio o satisfacción, y tiende a influir en la acción a largo plazo. Algunas necesidades (como el hambre) pueden disminuir al ser satisfechas, mientras que otras (como la curiosidad) no.
Jerarquía de Maslow
La teoría de Maslow se basa en una premisa sencilla: los seres humanos tienen necesidades que están jerarquizadas. Hay algunas necesidades que son básicas para todos los seres humanos, y en su ausencia, nada más importa. Nos regimos por estas necesidades hasta que las satisfacemos. Una vez que satisfacemos nuestras necesidades básicas, éstas dejan de ser motivadoras y podemos empezar a satisfacer necesidades de orden superior.
Maslow organizó las necesidades humanas en una pirámide que incluye (de menor a mayor nivel) las necesidades fisiológicas, de seguridad, de amor/pertenencia, de estima y de autorrealización. Según Maslow, hay que satisfacer las necesidades de nivel inferior antes de abordar las necesidades que se encuentran más arriba en la pirámide. Por ejemplo, si alguien está hambriento, es muy poco probable que pase mucho tiempo, o ninguno, preguntándose si los demás piensan que es una buena persona. En su lugar, todas sus energías se dirigen a encontrar algo que comer.
Jerarquía de necesidades de Maslow
En la jerarquía de necesidades de Maslow, los niveles superiores de necesidades sólo pueden perseguirse cuando los niveles inferiores están satisfechos.
Necesidades fisiológicas
Las más básicas de las necesidades de Maslow son las fisiológicas, como la necesidad de aire, comida y agua. Cuando uno tiene mucha hambre, por ejemplo, todo su comportamiento puede estar motivado por la necesidad de encontrar comida. Una vez que comes, la búsqueda de comida cesa, y la necesidad de comida ya no te motiva.
Necesidades de seguridad
Una vez satisfechas las necesidades fisiológicas, las personas tienden a preocuparse por las necesidades de seguridad. ¿Están a salvo del peligro, del dolor o de un futuro incierto? En esta etapa estarán motivados para dirigir su comportamiento hacia la obtención de refugio y protección con el fin de satisfacer esta necesidad.
Necesidades de amor/pertenencia
Una vez satisfechas las necesidades de seguridad, las necesidades sociales de amor/pertenencia se vuelven importantes. Esto puede incluir la necesidad de vincularse con otros seres humanos, la necesidad de ser amado y la necesidad de formar vínculos duraderos. La falta de vínculos puede afectar negativamente a la salud y el bienestar; por ello, las personas se ven motivadas a buscar amigos y parejas románticas.
Necesidades de estima
Una vez satisfechas las necesidades de amor y pertenencia, las necesidades de estima adquieren mayor relevancia. Las necesidades de estima se refieren al deseo de ser respetado por los compañeros, de sentirse importante y de ser apreciado. Las personas suelen buscar formas de lograr una sensación de dominio, y pueden buscar la validación y los elogios de los demás para satisfacer estas necesidades.
Autorrealización
En el nivel más alto de la jerarquía, la atención se desplaza a la necesidad de autorrealización, que es una necesidad que equivale esencialmente a alcanzar el pleno potencial de uno. Esto puede verse en la adquisición de nuevas habilidades, en la asunción de nuevos retos y en un comportamiento que le ayude a alcanzar sus objetivos vitales. Según Maslow y otros teóricos humanistas, la autorrealización refleja el énfasis humanista en los aspectos positivos de la naturaleza humana. Maslow sugirió que se trata de un proceso continuo, que dura toda la vida, y que sólo un pequeño porcentaje de personas alcanza realmente un estado de autorrealización.