Sonando como la banda sonora de la mejor película de Tim Burton que nunca fue, A Little Piece Of Heaven fue el punto en el que Avenged Sevenfold finalmente se puso a tope con Danny Elfman, canalizando el legendario compositor al máximo al traer a sus antiguos colaboradores de Oingo Boingo Steve Bartek y Marc Mann.
Incorporando espeluznantes tintineos de piano, violas, trombones, clarinetes, un coro -incluso aparece un saxofón o dos- la canción de 2007 rebota con partes iguales de picardía y melancolía, explotando finalmente en una ventisca de cuernos dementes, redobles de batería, gritos y cuerdas. No te sorprenderá demasiado que esta canción, como muchos de los momentos más singulares de Avenged, haya surgido predominantemente del batería Jimmy ‘The Rev’ Sullivan.
«Fue una conjura del genio de Jimmy», confirma el guitarrista Synyster Gates. «Tenía estas partes en su mente y siempre estaba tocando el piano. Siempre que había un puto piano, él lo tocaba y siempre eran cosas originales. Atraía a una jodida multitud de todos nuestros amigos y no podíamos esperar a escucharlo, la nueva mierda. Luego quiso terminarla porque empezó a tomar impulso y le gustó mucho el estribillo. Jimmy no era el tipo que necesitaba una palmadita en la espalda, pero estaba muy orgulloso de ese estribillo. Era un poco de broma, también; cuando lo cantaba, algo así como Scooby-Doo. Le parecía un estribillo tan cursi, tan pegadizo y tan almibarado. Le parecía muy divertido yuxtaponerlo con la letra. A todos nos encantó».
Ah, sí, la letra. Si A Little Piece Of Heaven suena como una secuela olvidada de The Nightmare Before Christmas, se lee como algo de una película de terror de tortura en toda regla, contando la historia de un hombre que asesina a su pareja, preservando su cuerpo para sus nefastas necesidades. Pero ella vuelve de entre los muertos y lo mata. Entonces él vuelve de entre los muertos y los dos se unen en impío matrimonio para llevar a cabo una gran y romántica matanza. Mira, esta mierda no es Coldplay, ¿de acuerdo? Debe haberla apuñalado 50 veces, no puedo creerlo. Le arrancó el corazón delante de sus ojos. Eyes over easy, eat it eat it eat it!» grita The Rev en el pre-estribillo, la banda claramente se lo está pasando en grande curando el tipo de narrativa cómicamente violenta que causaría que ciertas secciones de Twitter tuvieran una crisis si se publicara hoy.
Asombrosamente, a pesar de ser una de las canciones más destacadas de su álbum autotitulado, el tema estuvo a punto de no pasar el corte, ya que M Shadows tuvo que presionar al resto de la banda para dar vida a uno de sus proyectos más elaborados.
«Queríamos incluirlo en un EP de Halloween, así que empezamos a trabajar en él», explica Syn. «Pero teníamos tantas canciones y estábamos autoproduciendo el disco… para ser sinceros, Jimmy y yo no queríamos trabajar en él porque los arreglos eran una empresa monumental. Nos dimos por vencidos, y el mérito es de Matt, que siguió presionando y presionando. Lo quería para Halloween. Yo no quería hacer un EP de Halloween, para ser honesto. Sólo quería terminar ese puto álbum, y Jimmy estaba en la misma página».
Finalmente, con el resto de la banda convencida por Shadows de que era una tarea que merecía la pena seguir adelante, las cosas empezaron a encajar en el estudio, y la banda se dio cuenta de que habían encontrado oro.
«La canción empezó a tomar vida», recuerda Syn. «En el momento en que empezamos a grabarla, todo el mundo sabía que teníamos algo especial. Cuando los astros se alinean así y tienes a Steve Bartek y Marc Mann -los chicos de Oingo Boingo- sabes que estás haciendo algo jodidamente loco y grande».
En cuanto los que rodean a la banda escucharon la canción terminada por primera vez, supieron que no podía ser sólo un tema del EP: tenía que ser la piedra angular del siguiente álbum.
«Recuerdo que la discográfica la escuchó y dijo: ‘Esto no es una canción del EP de Halloween. Tiene que estar en el disco'», dice Syn. «Nos intimidaba un poco poner algo así en el disco, pero todo nuestro lema y ethos en ese momento era la maldita intrepidez. El disco es un puto compendio de ridiculez. ¡Ja, ja, ja! Hay voces autoafinadas y canciones country y mierdas de ese tipo, así que nos habríamos traicionado a nosotros mismos y habríamos actuado como los mayores hipócritas de todos si no lo hubiéramos hecho».
Más de una década después, Syn recuerda A Little Piece Of Heaven como uno de los puntos de referencia con los que siempre se medirá a Avenged Sevenfold, y está perfectamente contento de que así sea.
«Estoy muy agradecido de haberlo hecho porque, para mí, siento que tenemos una canción que resiste el paso del tiempo y es una de las mejores canciones jamás escritas, como Bohemian Rhapsody o Stairway To Heaven. Aunque yo no la escribí, probablemente estoy más orgulloso de haber sido testigo de ello desde la perspectiva de un fan y de que fuera mi mejor amigo quien la creara.»