Investigadores de la Universidad de California en San Diego han desarrollado un tatuaje de bajo coste y de un solo uso que mide los niveles de glucosa del usuario. Según un comunicado de la institución, esta tecnología no invasiva será el centro de un ensayo clínico piloto recientemente anunciado, diseñado para probar la precisión y la aceptabilidad de los tatuajes.
«Sacar sangre es incómodo. A nadie le gusta hacerlo. La belleza de la tecnología que estamos desarrollando es que se trata de un medio verdaderamente no invasivo para medir la glucosa», dijo en un comunicado Patrick Mercier, profesor adjunto del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la UCSD y codirector de su Centro de Sensores Portátiles. «El principal objetivo de nuestra investigación es desarrollar nuevas tecnologías que puedan controlar la glucosa sin necesidad de extraer sangre y, en el mejor de los casos, medirla a lo largo del día. Al ofrecer esta información en tiempo real a los pacientes, éstos pueden gestionar su consumo de azúcares e inyecciones de insulina mucho mejor que con las mediciones puntuales periódicas»
El sensor en sí es flexible y ultrafino, y se adhiere a la piel del usuario. Al medir los niveles de glucosa presentes en el sudor -que, según investigaciones anteriores, se correlacionan con los niveles de glucosa en la sangre-, el dispositivo ofrece una alternativa a las inserciones de agujas y a las calibraciones por pinchazos en el dedo de las que dependen los pacientes con diabetes para controlar sus condiciones a lo largo del día. Mercier también dijo en el comunicado que estos dispositivos portátiles podrían producirse en masa al precio de aproximadamente un dólar cada uno, más o menos el mismo precio que una tira de prueba de glucosa tradicional.
«Al igual que un tatuaje temporal para niños, se aplica en el brazo, se frota con agua y se retira el papel posterior», dijo Mercier. «Nuestro tatuaje, sin embargo, está impreso con un material que contiene dos electrodos que aplican una pequeña cantidad de corriente eléctrica. Esto obliga a las moléculas de glucosa que residen bajo la piel a subir a la superficie, lo que nos permite medir el azúcar en sangre. Es seguro y no se siente».
Para probar estos sensores, el Dr. Edward Chao, profesor clínico asociado de medicina en la Facultad de Medicina de la UCSD, Mercier y otros están inscribiendo a 50 adultos de entre 18 y 75 años con diabetes de tipo 1, de tipo 2 o derivada de otras causas en el ensayo clínico piloto ENGAGE, que está previsto que concluya en junio de 2019. En él, los pacientes que lleven los sensores recibirán un mínimo de dos dosis de gel de pilocarpina para inducir el sudor, que luego será medido tanto por los novedosos wearables como por un glucómetro. Estas mediciones se realizarán en ayunas y en momentos que oscilen entre los 15 y los 200 minutos posteriores a la comida.
Aunque el objetivo principal del estudio es garantizar que las lecturas de glucosa del sensor estén a la par con las recogidas a través de medios establecidos, los investigadores afirmaron que también analizarán si los participantes encuentran aceptable el uso del sensor, y cómo el sensor puede actualizarse eventualmente para proporcionar más que una sola lectura por uso.
La monitorización no invasiva de la glucosa en sangre es un tema de interés para el mundo de la salud digital desde hace tiempo. Este mismo año, Sano, con sede en San Francisco, recibió una inversión de 6 millones de dólares de Fitbit para su aplicación móvil y su sensor de glucosa tipo parche. Las lentes de contacto también han sido un foco de atención, más recientemente con la noticia de un proyecto de investigación inteligente de detección de glucosa descrito por un equipo de investigadores surcoreanos. En 2017, investigadores de Stanford y de la Universidad de California en Berkeley detallaron una pulsera con sensores flexibles y microprocesadores que podría diagnosticar la diabetes u otras enfermedades.