Los ensayos de resultados a gran escala han demostrado que la reducción de la presión arterial con inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) o bloqueadores de los canales del calcio (BCC) se asocia con una reducción de las complicaciones cardiovasculares en la hipertensión. Los ensayos comparativos con los fármacos convencionales y entre los inhibidores de la ECA y los BCC no han revelado diferencias concluyentes en los resultados por causas específicas. Los estudios realizados en pacientes de alto riesgo sugieren que los inhibidores de la ECA son superiores a los BCC y a otros fármacos en cuanto a la protección contra los eventos cardiovasculares y la enfermedad renal. Los datos observacionales a muy largo plazo recogidos de forma prospectiva en la Glasgow Blood Pressure Clinic y en la UK General Practice Research Database apoyan firmemente una ventaja de los IECA sobre los BCC en cuanto a la morbilidad y la mortalidad cardiovasculares. Teniendo en cuenta toda la información disponible, puede concluirse que no puede recomendarse el uso de los BCC en el tratamiento habitual de la hipertensión, mientras que parece justificado un uso más amplio de los inhibidores de la ECA, junto con diuréticos a dosis bajas y betabloqueantes.