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Duele solo de pensar en ello. Una pelota de béisbol toma una trayectoria inesperada y rebota cuando estás agachado y esperando atraparla a ras del suelo, un oponente no llega a chutar el balón en el campo de fútbol y su pie se dirige justo a hacia esa parte, o estás pedaleando fuerte mientras montas en bicicleta y recibes un fuerte golpe por un bache en el terreno. Todo con un único y doloroso resultado: un golpe en los testículos, una de las áreas más sensibles del cuerpo de un chico.
Las lesiones testiculares son relativamente infrecuentes, pero los chicos deben saber que les pueden ocurrir. Por lo tanto, ¿cómo puedes evitar este tipo de lesiones?
¿Por qué ocurren?
Si eres un chico que hace deporte, le gusta levantar pesas y hacer mucho ejercicio, o si llevas una vida muy activa, probablemente ya habrás comprobado que los testículos son vulnerables y se pueden lesionar de muchas formas diferentes.
Puesto que están suspendidos dentro de un saco en el exterior del cuerpo (el escroto), los testículos no están protegidos por huesos ni músculos, como otras partes del sistema reproductor y la mayoría de los demás órganos. Además, la ubicación de los testículos los convierte en el principal foco de golpes accidentales en el campo de juego o de lesiones en actividades o ejercicios intensos.
Lo bueno es que, puesto que los testículos están adheridos al cuerpo con laxitud y están formados por un tejido «esponjoso», son capaces de absorber la mayoría de los golpes sin sufrir daños permanentes. Aunque son muy sensibles, los testículos se pueden recuperar rápidamente y las lesiones menores es muy raro que tengan efectos a largo plazo. Además, lo más probable es que la función sexual y la fabricación de esperma no se vean afectadas por una lesión testicular.
¿Qué deberías hacer?
Inevitablemente sentirás dolor si te golpeas o te dan una patada en los testículos, y hasta es posible que tengas náuseas durante un rato. Si se trata de una lesión leve, el dolor remitirá de forma gradual en menos de una hora y los demás síntomas acabarán por desaparecer.
Mientras tanto, puedes hacer varias cosas para encontrarte mejor, como tomar medicamentos contra el dolor (o analgésicos), acostarte y reposar, utilizar ropa interior que sostenga los testículos, y aplicar bolsas de hielo en el área. En cualquier caso, es una buena idea evitar cualquier actividad física intensa durante un tiempo y que te lo tomes con calma durante unos días.
De todos modos, si el dolor no desaparece o experimentas un dolor extremo que persiste durante más de una hora, si el escroto se te hincha o presenta moretones, o si experimentas una ruptura de escroto o de testículo; si continúas con náuseas y vómitos, o si tienes fiebre, consulta a un médico de inmediato. Estos son síntomas de una lesión mucho más grave que se debe tratar con la mayor brevedad posible.
Lesiones testiculares graves
Entre los ejemplos de este tipo de lesiones, se encuentran la torsión testicular y la ruptura testicular.
En una torsión testicular, el testículo se retuerce sobre sí mismo, lo que impide que reciba sangre. Es muy poco frecuente, pero, cuando ocurre, suele ser sin un motivo claro. En algunas ocasiones, una torsión testicular ocurre debido a un traumatismo grave en los testículos o a consecuencia de una actividad física muy intensa.
Una torsión testicular es una emergencia médica. Suele afectar a chicos de 12 a 18 años; por lo tanto, si crees que te está ocurriendo a ti, dirígete a un servicio de urgencias de inmediato.
Si el médico corrige una torsión testicular en un plazo de 4 a 6 horas desde el momento en que empieza el dolor, lo más probable es que no haya complicaciones ni lesiones permanentes en los testículos. Pero, si no se corrige una torsión en este período de tiempo, habrá altas probabilidades de perder el testículo o de tener una producción de esperma reducida de forma permanente. A veces, los médicos corrigen una torsión mediante una maniobra manual de reducción de la torsión. Si esto no funciona, será necesario operar.
Una ruptura testicular es tipo muy raro de traumatismo testicular. Puede ocurrir cuando el testículo recibe un golpe potente y directo o cuando el testículo se aplasta contra el hueso púbico (el hueso que forma la parte anterior de la pelvis), lo que ocasiona un sangrado dentro del escroto.Una ruptura testicular, al igual que una torsión testicular y otras lesiones graves en los testículos, causa un dolor extremo, inflamación del escroto, náuseas y vómitos. Para solucionar el problema, es necesario operar.
¿Qué hacen los médicos?
Si vas al médico, primero deberá saber cuánto tiempo hace que experimentas dolor y lo grave que es. A fin de descartar una hernia u otro problema como posible causa del dolor, el médico te explorará el abdomen y la ingle.
Asimismo, el médico te explorará el escroto para saber si está inflamado, si presenta cambios de color o lesiones en la piel y te explorará el testículo. Puesto que las infecciones del sistema reproductor o las infecciones de orina pueden causar, a veces, un dolor similar, es posible que tu médico te pida un análisis de orina para descartar una infección de orina o en los órganos reproductores.
¿Cómo puedo prevenir lesiones testiculares?
Lo mejor es tomar precauciones para evitar posibles lesiones testiculares, sobre todo si haces deporte, mucho ejercicio o, simplemente, llevas una vida muy activa.
He aquí algunos consejos para que mantengas tus testículos sanos y salvos.
- Protégete los testículos. Lleva siempre protectores testiculares o suspensorios deportivos cuando hagas deporte o participes en actividades físicas intensas. Los protectores testiculares suelen ser de plástico duro, se llevan encima del área inguinal y proporcionan una buena protección a los testículos. Se usan, sobre todo, cuando se practican deportes en que los testículos pueden recibir golpes o patadas, como el fútbol americano, el hockey, el fútbol o el kárate.
Un suspensorio deportivo es, básicamente, un bolsillo de tela que se usa para mantener los testículos pegados al cuerpo. Los suspensorios deportivos se usan más en las actividades física intensas, como el ciclismo y el levantamiento de pesas. - Comprueba que es de tu talla. Asegúrate de que tu protector testicular o tu suspensorio deportivo es de la talla adecuada. Un equipo de seguridad demasiado pequeño o demasiado grande no te protegerá eficazmente.
- Mantén bien informado a tu médico. Si haces deporte, es probable que te hagas revisiones médicas deportivas con regularidad. Si experimentas dolor testicular, aunque solo sea de vez en cuando, explícaselo a tu médico.
- Sé consciente de los riesgos que implica tu deporte o actividad. Si haces deporte o participas en una actividad de alto riesgo, habla con tu entrenador o con tu médico sobre cualquier otro accesorio adicional que podrías utilizar para protegerte.
Hacer deporte o llevar una vida activa son formas geniales de mantenerse en forma y de aliviar el estrés. Pero es importante que te asegures de que tus testículos están bien protegidos. Asegúrate de que utilizar un equipo de seguridad forma parte de tu rutina deportiva; ¡así, podrás dar lo mejor de ti mismo sin temer sufrir lesiones en los testículos!