Este artículo es un extracto del resumen de Shortform de «Las 48 leyes del poder» de Robert Greene. Shortform tiene los mejores resúmenes del mundo de los libros que deberías leer.
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- Resumen de la Ley #4: Siempre diga menos de lo necesario
- Principios de la Ley 4
- Poniendo en práctica la Ley 4
- Excepciones a la Ley 4
- — Fin de la vista previa—
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Resumen de la Ley #4: Siempre diga menos de lo necesario
Cuanto menos diga, más intimidante y poderoso será. Siempre diga menos de lo necesario. Cuando hables, hazlo de forma vaga y ambigua, dejando que los demás interpreten el significado. Se sentirán frustrados y obsesionados por tratar de entenderte.
Principios de la Ley 4
¿Cuáles son los principios de la Ley 4: Di siempre menos de lo necesario? En el juego del poder, la apariencia lo es todo. Cuando siempre dices menos de lo necesario, das la impresión de ser poderoso, intimidante y misterioso. Ten en cuenta estos principios:
- Cuando guardas silencio, haces que los demás se sientan incómodos. Como les desagrada la incertidumbre, la gente quiere saber lo que estás pensando. Cuando controlas tus palabras, no pueden averiguar lo que quieres decir o tu intención.
- Las respuestas cortas y el silencio hacen que la gente se sienta a la defensiva. Rápidamente intentan llenar el silencio, y en el proceso revelan motivaciones y debilidades, información que puedes utilizar. Más tarde se obsesionarán con cada palabra que hayas dicho y sus posibles implicaciones. La desmesurada atención que prestan a tus breves comentarios aumenta tu poder.
- En la mayoría de los casos, cuanto menos dices, más importante y profundo parece, y más misterioso eres. Por ejemplo, Andy Warhol descubrió que tenía más poder cuando decía poco y mantenía sus comentarios vagos y ambiguos. A veces hacía comentarios sin sentido a propósito. Los entrevistadores se esforzaban por interpretar lo que quería decir, creyendo que era profundo. Aprendió de su colega Marcel Duchamp que cuanto menos decía sobre su obra, más se hablaba de ella y más deseable se volvía.
- Además de crear una impresión de gran importancia, decir poco evita el riesgo de decir alguna tontería, lo que puede resultar costoso. Por ejemplo, a principios del siglo XIX, un rebelde ruso llamado Ryleyev habló demasiado y lo pagó con su vida. Nicolás I lo había condenado a muerte, pero en el momento de ahorcarlo la cuerda se rompió. Creyendo que sería indultado, como solía ocurrir en estos casos, gritó a la multitud que Rusia no podía hacer nada bien, ni siquiera la cuerda. En lugar de indultarlo, Nicolás respondió: «Demostremos lo contrario», y Ryleyev fue ahorcado al día siguiente con una cuerda que aguantó. Ryleyev no había aprendido a decir siempre menos de lo necesario.
Poniendo en práctica la Ley 4
He aquí un ejemplo de cómo aplicar la Ley 4 de las 48 Leyes del Poder. El rey Luis XIV utilizó la brevedad y el silencio para mantener el poder. Conocía el valor de decir siempre menos de lo necesario.
Cuando sus subordinados tenían un asunto que presentarle, primero lo debatían entre ellos y luego elegían a dos ministros o nobles para que expusieran el caso ante él, hablando una persona por cada lado. Luis XIV escuchaba en silencio.
El silencio era un acto para mantener a todos desequilibrados. Nadie sabía cuál era su posición y no podían anticipar cómo reaccionaría. Tampoco nadie podía engañarle diciendo lo que quería oír, porque nadie sabía qué era eso. En su nerviosismo, la gente tendía a divagar, revelando información que Luis podría utilizar más tarde en su contra.
Al final de cada presentación, el rey se limitaba a decir: «Ya veré». No discutía el tema con nadie, ni siquiera anunciaba una decisión. La gente tenía que esperar para ver los resultados de sus decisiones. Su silencio mantenía a todos a su alrededor con miedo y bajo su control. Luis XIV siempre decía menos de lo necesario.
Por el contrario, Coriolano, un héroe militar de la antigua Roma, no podía callarse. Después de ganar muchas batallas, se presentó a un cargo político. Impresionaba a la gente en sus mítines mostrando sus cicatrices de batalla, y prestaban poca atención a sus palabras. Su elección parecía asegurada hasta el día de las elecciones, cuando celebró un gran mitin en el foro, presumiendo de sí mismo y reclamando la victoria antes de la votación. A la gente no le gustó eso y perdió las elecciones. Coriolano no siempre dijo menos de lo necesario, y lo pagó.
Excepciones a la Ley 4
¿Hay alguna excepción a la Ley 4 de las Leyes del Poder: decir siempre menos de lo necesario? Hay ocasiones en las que el silencio no es lo mejor:
- Puede hacer que la gente sospeche, y en el caso de tus superiores, puede hacerles sentir inseguros. Un comentario ambiguo puede ser malinterpretado en tu perjuicio.
- A veces es más inteligente hacer de bufón de la corte, y hacerte parecer tonto e inofensivo a pesar de ser más inteligente que el rey. Nadie sospecha que tienes una agenda.
- Puede que quieras usar las palabras como cortina de humo para ocultar tus intenciones. Puedes distraer a tu objetivo hablando y hacer que sospeche menos de ti.
Pero, en general, recuerde la Ley 4: Diga siempre menos de lo necesario.
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Esto es lo que encontrará en nuestro resumen completo de Las 48 leyes del poder:
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- Las 6 reglas que no debe violar en absoluto, si quiere tener éxito