La sensibilidad al gluten es un término que se escucha cada vez más. Sin embargo, ¿qué significa exactamente? ¿Y cuáles son las implicaciones de ser sensible al gluten?
La enfermedad celíaca es la afección más comúnmente reconocida asociada al gluten. Se trata de una enfermedad autoinmune en la que el gluten provoca una respuesta inmunitaria anormal, lo que hace que el cuerpo ataque y dañe el revestimiento del intestino delgado. Esto conduce a los síntomas digestivos comunes que se experimentan. Además, también pueden observarse deficiencias nutricionales, un crecimiento deficiente, pérdida de peso y algunos signos neurológicos.
La sensibilidad al gluten es diferente a la enfermedad celíaca
La sensibilidad al gluten puede implicar mecanismos diferentes a los de la enfermedad celíaca y a menudo puede presentarse con más síntomas psicológicos o neurológicos. De hecho, se ha demostrado que la sensibilidad al gluten es un factor común, tanto en niños como en adultos, con afecciones como el TDAH1, el TEA1, las convulsiones2, la depresión3, los trastornos de ansiedad4 y la esquizofrenia5. La ataxia al gluten, que implica problemas de coordinación, habla y equilibrio, es una afección neurológica que implica una reacción al gluten y es cada vez más reconocida6.
La sensibilidad al gluten, a veces denominada sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC), ha demostrado ser 6 veces más frecuente que la enfermedad celíaca 7. Algunos pueden preguntarse por qué la incidencia de la sensibilidad al gluten parece estar en aumento. Este aparente aumento de los casos puede deberse a varios factores, como una mayor concienciación sobre el impacto del gluten, los cereales con mayor contenido de gluten o un aumento del consumo de cereales o productos con gluten. Sea cual sea la razón del aumento de los casos, cada vez hay más pruebas del impacto del gluten en el cerebro.
¿Cómo causa problemas el gluten?
Los cereales que contienen gluten, como el trigo, el centeno, la cebada y la espelta, contienen fracciones proteicas tóxicas en forma de gliadinas, gluteninas y otras prolaminas. Se ha demostrado que estas fracciones proteicas tóxicas tienen amplios efectos en el organismo y pueden alterar el equilibrio intestinal normal8 e implicar al sistema inmunitario en personas susceptibles9. Aunque suelen ser las fracciones proteicas las que provocan una reacción en las personas sensibles, es posible reaccionar a otros componentes del gluten.
Durante la digestión del gluten se liberan compuestos como las gluteomorfinas, también llamadas gliadorfinas. Éstas tienen un efecto similar al de los opiáceos en el cerebro y se han relacionado con enfermedades como el TEA10.
Intervención inmunitaria
La reacción inmunitaria al gluten puede ser compleja y puede implicar, o no, anticuerpos específicos.En la enfermedad celíaca puede haber varios anticuerpos presentes, incluyendo anticuerpos antiendomisio (EMA), anticuerpos antitransglutaminasa tisular (tTG),) o anticuerpos mediados por IgE. En la sensibilidad al gluten, estos anticuerpos pueden estar ausentes y hay pruebas que demuestran un aumento de los anticuerpos antigliadina11. También pueden aumentar los anticuerpos contra los péptidos de gliadina desamidados y las pruebas para detectar su presencia pueden ser especialmente útiles en los niños pequeños12. Se cree que los anticuerpos contra la gliadina podrían afectar negativamente a una proteína implicada en la liberación de neurotransmisores, interfiriendo así directamente con los neurotransmisores y afectando potencialmente a la función psicológica13. La propia gliadina podría activar la producción de unos mensajeros químicos denominados citoquinas, que participan en la respuesta inflamatoria, preparando el terreno para una mayor respuesta inflamatoria14. Se ha establecido una relación entre el aumento de los niveles de citoquinas y el desarrollo de trastornos como el TDAH y el TEA15.
Revestimiento intestinal
Un hallazgo interesante de los investigadores es que el revestimiento intestinal de las personas con sensibilidad al gluten puede ser claramente diferente al de los celíacos. No siempre parece haber un aplanamiento de las vellosidades del revestimiento intestinal y es posible tener una permeabilidad intestinal normal16 y un revestimiento intestinal sano17 en casos de sensibilidad al gluten. Dicho esto, hay una alta incidencia de intestino permeable en asociación con el TEA y el TDAH18.
Alteración del microbioma
Se sabe que el microbioma contribuye a la salud general del intestino y desempeña un papel en el funcionamiento del sistema inmunitario. Su relación con la buena salud es indiscutible y se ha establecido un vínculo directo entre el intestino y el cerebro. La microbiota puede enviar señales al cerebro a través de varios mecanismos, como la activación del nervio vagal y a través de las hormonas19. Un desequilibrio en el microbioma se ha relacionado con varios problemas psicológicos, como la depresión y la ansiedad20.
Se ha demostrado que tanto el gluten como la gliadina alteran el microbioma en individuos susceptibles21. Hay pruebas que demuestran que el uso de probióticos, para restablecer el equilibrio en casos de disbiosis, en el TDAH y el TEA da lugar a mejoras en los síntomas22.
Factores de riesgo – ¿Por qué algunas personas son más susceptibles?
Genética – La relación entre la enfermedad celíaca y las variaciones heredadas del ADN es bien conocida y casi todos los celíacos tienen haplotipos HLA-DQ2 y HLA-DQ8 (Un haplotipo es un grupo de genes heredados juntos de un solo padre). La incidencia de estos haplotipos en asociación con la sensibilidad al gluten existe, pero varía entre el 50%23-25 y el 90%26
Transferencia del microbioma – Los niños nacen con un intestino estéril y dependen de la transferencia materna de la microbiota, a través del parto vaginal y la lactancia, para poder desarrollar un microbioma saludable. La microbiota desempeña un papel vital en el desarrollo y la función del cerebro, y la alteración del microbioma a una edad temprana puede tener consecuencias a largo plazo, incluida una mayor susceptibilidad a la sensibilidad al gluten.
Carga tóxica – La acumulación de toxinas en el organismo se ha relacionado con la hipersensibilidad y el deterioro de la tolerancia del sistema inmunitario. Uno o varios desencadenantes, como el gluten, parecen provocar una reacción en las personas con una carga tóxica elevada27. La carga tóxica heredada mientras se está en el útero también puede ser un factor en los niños que han desarrollado sensibilidad al gluten.
Puntos clave:
- La sensibilidad al gluten es compleja y puede presentarse con signos diferentes a los de la enfermedad celíaca
- Se ha demostrado que la sensibilidad al gluten es un factor común en el TDAH, TEA, depresión, ansiedad y ataxia
- Las fracciones proteicas del gluten pueden alterar el equilibrio intestinal normal e implicar al sistema inmunitario
- Los compuestos similares a la morfina liberados durante la digestión del gluten tienen efectosefectos similares a los opiáceos en el cerebro
- La salud del revestimiento intestinal y el equilibrio de la microbiota pueden desempeñar un papel clave en la sensibilidad al gluten
- Existe un vínculo genético con la sensibilidad al gluten
- La elevada carga tóxica puede repercutir en la tolerancia inmunitaria al gluten
Sin gluten
El gluten plantea riesgos para algunos niños y adultos y puede tener un gran impacto en el funcionamiento del cerebro. Está claro que muchas personas con sensibilidad al gluten consiguen aliviar muchos de sus síntomas con una dieta sin gluten. Para algunos, los beneficios se obtienen en unos pocos días o semanas, para otros, se necesita más tiempo. También vale la pena considerar un suplemento probiótico para restaurar cualquier desequilibrio. Si está considerando una dieta sin gluten o un probiótico, siempre es mejor trabajar con un profesional de la salud funcional bien formado y con experiencia.
Overview
El gluten puede ser un peligro y tener un gran impacto en el funcionamiento del cerebro. Evitar los alimentos que contienen gluten puede reducir drásticamente los síntomas psicológicos y neurológicos.
- Niederhofer H, Pittschieler K. (2006) Una investigación preliminar de los síntomas del TDAH en personas con enfermedad celíaca. Journal of Attention Disorders. 10:200-204.
- Peltola M, Kaukinen K, Dastidar P, Haimila K, Partanen J, Haapala AM, et al. (2009) La esclerosis del hipocampo en la epilepsia refractaria del lóbulo temporal está asociada a la sensibilidad al gluten. Revista de neurología, neurocirugía y psiquiatría. 80:626-630.
- Ruuskanen A, Kaukinen K, Collin P, Huhtala H, Valve R, Maki M, et al. (2010) Anticuerpos antigliadina séricos positivos sin enfermedad celíaca en la población anciana: ¿Importa? Revista Escandinava de Gastroenterología. 45:1197-1202.
- Jackson, J. R., Eaton, W. W., Cascella, N. G., Fasano, A., & Kelly, D. L. (2012). Manifestaciones neurológicas y psiquiátricas de la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten. Psychiatric Quarterly, 83(1), 91-102.
- Dickerson F, Stallings C, Origoni A, Vaughan C, Khushalani S, Leister F, et al. (2010) Marcadores de la sensibilidad al gluten y la enfermedad celíaca en la psicosis de inicio reciente y la esquizofrenia multiepisódica. Biological Psychiatry. 68:100-104.
- Hadjivassiliou M, Boscolo S, Davies-Jones GA, Grunewald RA, Not T, Sanders DS, et al.(2002) La respuesta humoral en la patogénesis de la ataxia por gluten. Neurology. 58:1221-1226.
- Hadjivassiliou M, Grunewald RA, Davies-Jones GA. (2002) La sensibilidad al gluten como enfermedad neurológica. Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry. 72:560-563.
- Hollon J., et al. (2015) Efecto de la gliadina en la permeabilidad de los explantes de biopsia intestinal de pacientes con enfermedad celíaca y pacientes con sensibilidad al gluten no celíaca. Nutrients 7.3 1565-76.
- Palova-Jelinkova L, Rozkova D, Pecharova B, Bartova J, Sediva A, Tlaskalova-Hogenova H, et al. (2005) Los fragmentos de gliadina inducen la maduración fenotípica y funcional de las células dendríticas humanas. Journal of Immunology. 175:7038-7045
- Cooper, E. L. (2003). Neuroinmunología del autismo: una hipótesis multifacética. International journal of immunopathology and pharmacology, 16(3), 289-292.
- Hadjivassiliou M, Williamson CA, Woodroofe (2004) N. The immunology of gluten sensitivity: Más allá del intestino. Tendencias en Inmunología. 25:578-582.
- Amarri, S., Alvisi, P., De Giorgio, R., Gelli, M. C., Cicola, R., Tovoli, F., … & Volta, U. (2013). Anticuerpos contra los péptidos de gliadina deamidados: un predictor preciso de la enfermedad celíaca en la infancia. Journal of clinical immunology, 33(5), 1027-1030.
- Jackson, J. R., Eaton, W. W., Cascella, N. G., Fasano, A., & Kelly, D. L. (2012). Manifestaciones neurológicas y psiquiátricas de la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten. Psychiatric Quarterly, 83(1), 91-102.
- Palova-Jelinkova L, Rozkova D, Pecharova B, Bartova J, Sediva A, Tlaskalova-Hogenova H, et al. (2005) Los fragmentos de gliadina inducen la maduración fenotípica y funcional de las células dendríticas humanas. Journal of Immunology. 175:7038-7045
- Zubareva, O. E., & Klimenko, V. M. (2013). Incrementos en los niveles de citoquinas proinflamatorias a edades tempranas como factor de riesgo para el desarrollo de patología nerviosa y mental. Neuroscience and Behavioral Physiology, 43(4), 535-541.
- Sapone A, Lammers KM, Mazzarella G, Mikhailenko I, Carteni M, Casolaro V, et al. (2010) Differential mucosal IL-17 expression in two gliadin-induced disorders: La sensibilidad al gluten y la enteropatía autoinmune enfermedad celíaca. Archivos Internacionales de Alergia e Inmunología. 152:75-80.
- Marsh, M. N. (1992). Gluten, major histocompatibility complex, and the small intestine: a molecular and immunobiologic approach to the spectrum of gluten sensitivity (‘celiac sprue’). Gastroenterology, 102(1), 330-354
- de Magistris, L., Familiari, V., Pascotto, A., Sapone, A., Frolli, A., Iardino, P., … & Militerni, R. (2010). Alteraciones de la barrera intestinal en pacientes con trastornos del espectro autista y en sus familiares de primer grado. Journal of pediatric gastroenterology and nutrition, 51(4), 418-424.
- Forsythe, P., & Kunze, W. A. (2013). Voces desde dentro: los microbios intestinales y el SNC. Cellular and molecular life sciences, 70(1), 55-69.
- Foster, J. A., & Neufeld, K. A. M. (2013). Eje intestino-cerebro: cómo el microbioma influye en la ansiedad y la depresión. Trends in neurosciences, 36(5), 305-312.
- Hollon J., et al. (2015) Effect of Gliadin on Permeability of Intestinal Biopsy Explants from Celiac Disease Patients and Patients with Non- Celiac Gluten Sensitivity. Nutrients 7.3: 1565-76.
- Critchfield JW, van Hemert S, Ash M, Mulder L, Ashwood P. (2011) The potential role of probiotics in The management of childhood autism spectrum disorders. Investigación y práctica de la gastroenterología. 161358.
- Bizzaro, N., Tozzoli, R., Villalta, D., Fabris, M., & Tonutti, E. (2012). Temas de vanguardia en la enfermedad celíaca y en la intolerancia al gluten. Clinical reviews in allergy & immunology, 42(3), 279-287.
- Monsuur AJ, Wijmenga C (2006) Understanding the molecular basis of celiac disease: what genetic studies reveal. Ann Med 38:578-591.
- Mazzarella G, Maglio M, Paparo F, Nardone G, Stefanile R, Greco L, van de Wal Y, Kooy Y, Koning F, Auricchio S, Troncone R: (2003) Un péptido de gliadina restringido DQ8 inmunodominante activa la respuesta inmune del intestino delgado en la mucosa cultivada in vitro de pacientes celíacos HLA-DQ8 positivos pero no HLA-DQ8 negativos. Gut 52:57-62.
- Hadjivassiliou M, Grunewald RA, Chattopadhyay AK, Davies-Jones GA, Gibson A, Jarratt JA, et al. (1998) Clinical, radiological, neurophysiological, and neuropathological characteristics of gluten ataxia. Lancet. 352:1582-1585.
- S. J. Genuis, (2010) Enfermedades relacionadas con la sensibilidad: la creciente pandemia de alergia, intolerancia alimentaria y sensibilidad química. Science of the Total Environment, vol. 408, no. 24, pp. 6047-6061