La ciudad de Nueva York es conocida por sus pequeños apartamentos. Hay casi 8,5 millones de personas que viven allí y sólo un poco de tierra, por lo que tiene sentido que la mayoría de los neoyorquinos tengan que vivir en espacios diminutos, y por lo general por MUCHO dinero.
Para poder vivir dentro de sus posibilidades, muchos neoyorquinos viven en apartamentos que son básicamente del mismo tamaño que la habitación de un niño promedio, y en la mayoría de las ciudades, ni siquiera se consideraría un apartamento habitable/alquilable. Son pequeños, chicos. Realmente, muy pequeños.
Felice Cohen vive en un espacio diminuto que es probablemente el espacio más diminuto de todos los espacios diminutos. Su apartamento es de 90 pies cuadrados, y se las arregla para encajar toda su vida en él. Cohen trabaja como organizadora profesional, así que para ella, organizar su compacto apartamento era un reto, pero algo que no le disgustaba asumir.
«Estoy segura de que hay que hacer algunos compromisos, pero merece la pena», dice. Comprometerse podría ser un eufemismo, pero realmente parece funcionar para ella.
Cohen duerme en una cama de altillo, de esa manera puede utilizar el espacio de abajo para cosas como sentarse y trabajar:
Espacio de oficina bajo el altillo:
Sitio donde pasa el rato y lee:
El apartamento no tiene cocina, así que tuvo que hacer la suya:
Para su armario, se deshizo de las puertas y puso una cortina para crear más espacio:
El baño es más grande que el de un avión, apenas:
Incluso hay espacio para sus obras de arte (que ella llama arte «Shrinky Dink», apropiadamente):
Para Cohen, vivir en un espacio pequeño merece la pena, porque su apartamento del Upper West Side está a poca distancia de Central Park y del Lincoln Center, lo que lo convierte en un inmueble de primera categoría y en una ubicación muy solicitada. Y sólo paga 700 dólares al mes, lo que puede parecer caro, pero teniendo en cuenta que los apartamentos en Manhattan suelen costar más de 3.600 dólares, 700 dólares no está tan mal. Y ella ha hecho mucho con el lugar. Estamos impresionados.
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