Los expertos en kiwis se empeñan en desmentir los mitos que rodean al kiwi, y hay unos cuantos.
Para dejar las cosas claras:
- El kiwi no usa el pico para pelear
- El kiwi es peleón y agresivo
- No tiene cerebro de pájaro
- Se mueve rápido
- Hay un huevo más grande de un pájaro más pequeño
- El gran engaño del kiwi
El kiwi no usa su pico para luchar
El pico del kiwi es un apéndice finamente afinado, capaz de detectar unas pocas partes por millón de olor. Usar su pico para luchar sería como si dieras un cabezazo a alguien con tu nariz.
Las principales armas del kiwi son sus poderosas patas y sus afiladas garras. Las peleas territoriales son un asunto de saltos y tajos, y pueden infligir heridas mortales.
El kiwi es luchador y agresivo
Algunas personas piensan que el kiwi es tímido y tímido – de hecho, son súper fuertes, territoriales y pueden tener muy mal genio.
Las aves adultas utilizan sus afiladas garras como armas y un par de tajos pueden hacer sangre.
Los trabajadores de la conservación a menudo llevan las cicatrices de haber metido la mano en una madriguera de kiwi para comprobar si hay huevos o polluelos.
El Dr. John McLennan, investigador del kiwi, dice que cuando imita la llamada de un kiwi, el ave puede cargar contra el intruso: «Suenan como un ciervo cargando, casi explotando, a través de la oscuridad. De pie, es bastante intimidante – incluso para nosotros.’
Un gran kiwi manchado en North Westland, llamado Pete, es legendario. ‘Sólo tenemos que entrar en su territorio y viene catapultado para golpear y huir. Te pega en la pierna y luego sale corriendo hacia la maleza.’
Sin cerebro de pájaro
Los kiwis son capaces de aprender rápidamente. Una vez que se ha engañado a un pájaro para capturarlo con cintas de llamadas o silbidos de kiwi, es difícil engañarlo una segunda vez. El Dr. Hugh Robertson, investigador del kiwi, afirma que un kiwi recuerda su mala experiencia durante al menos cinco años. Los pájaros se acercan a la grabadora y llaman para desafiarla, luego rodean la máquina a distancia como si trataran de bajar el viento para comprobar si el intruso es un kiwi de verdad.
Rápidos
En la naturaleza, el kiwi es un gran viajero, magníficamente adaptado a su hábitat natural, ágil y de rápidos movimientos. Un ave puede cubrir su territorio – posiblemente del tamaño de 60 campos de fútbol – en una sola noche. Y, a diferencia de un campo de fútbol, no todo el terreno es plano. Si se alarma, el kiwi puede correr tan rápido como una persona.
Hay un huevo más grande, de un pájaro más pequeño
Aunque la hembra del kiwi tiene que hacer frente a un enorme huevo que equivale a cerca del 20% de su masa corporal, no es la hembra más cargada del mundo de las aves. Las aves marinas pequeñas, como los petreles de las tormentas, tienen huevos proporcionalmente más grandes -hasta un 30% de su peso- y tienen que volar con ellos a bordo.
El gran engaño del kiwi
En 1813, cuando se expuso la primera piel de kiwi en Inglaterra, la gente pensó que era un engaño; una loca piel cosida de varias criaturas diferentes.