4) En un bol, bata el agua, el aceite de oliva y la levadura en polvo. Añadir la mezcla de feta, ricotta y espinacas y sazonar con más sal y pimienta, si se desea. Remover bien para combinar.
5) ¡Ahora la parte difícil! Coge una tabla de cortar grande (o usa tu encimera limpia) y rocía con un poco de aceite de cocina en spray. Coloca tres hojas de masa filo en una pila sobre la superficie engrasada. Derrita la mantequilla y, con cuidado, pinte las hojas. Haz tres cortes verticales en las hojas para que termines con cuatro secciones rectangulares.
6) Coloque una cucharada colmada de la mezcla de espinacas en una esquina de uno de los rectángulos de filo. Doblar la esquina para que toque el borde recto opuesto de la masa filo (¡sólo hay que saber que debe ser un triángulo!). Siga doblando y remeta los bordes. Colóquelos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y úntela con más mantequilla. Continúe el proceso hasta que se le acabe la masa y/o el relleno (con estas proporciones, sin embargo, debería salir perfectamente).
7) Hornee a 375 grados hasta que se dore, unos 15-20 minutos. Servir con tzatziki para mojar y disfrutar.