¿Alguna vez ha perdido el hilo? Se siente frecuentemente distraído u olvidadizo? Según un estudio reciente, es posible que muestre los primeros síntomas de una enfermedad de los vasos sanguíneos pequeños del cerebro, o de un «accidente cerebrovascular silencioso».
Los investigadores descubrieron que las personas con daños en la materia blanca del cerebro, causados por «accidentes cerebrovasculares silenciosos», manifestaban tener poca atención y distraerse con más frecuencia en las actividades cotidianas, según un artículo publicado en la revista Neurobiology of Aging.
A pesar de los hallazgos, casi la mitad de las personas identificadas con daños en la materia blanca obtuvieron una puntuación dentro del rango normal de las evaluaciones de laboratorio de la atención y las funciones ejecutivas (o la capacidad de planificar, mantenerse organizado y mantener la concentración durante las tareas).
«Nuestros resultados indican que en muchos casos de personas que tenían un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular silencioso y lo sufrieron, observaron una diferencia notable en su capacidad de mantener la concentración, incluso antes de que los síntomas fueran detectables a través de una prueba neuropsicológica», dijo Ayan Dey, autor principal del artículo. «Si una persona siente que este puede ser el caso, debe plantear sus preocupaciones a un médico, especialmente si la persona tiene una condición de salud o un estilo de vida que los pone en un mayor riesgo de accidente cerebrovascular o enfermedad cardíaca.»
La enfermedad de los vasos pequeños cerebrales es uno de los trastornos neurológicos más comunes del envejecimiento. Este tipo de ictus y los cambios en el flujo sanguíneo del cerebro están relacionados con el desarrollo de la demencia.
Los ictus se califican de «silenciosos» ya que no tienen efectos inmediatos o duraderos como la pérdida del habla o la parálisis.
A pesar de la falta de síntomas obvios, estos «accidentes cerebrovasculares silenciosos» dañan la materia blanca del cerebro con el tiempo, lo que puede causar problemas de memoria y función cognitiva.
Dey afirma que esta afección sólo suele detectarse mediante el uso de resonancias magnéticas o cuando el daño se ha agravado.
«No existen tratamientos eficaces para la enfermedad de Alzheimer, pero los cambios vasculares cerebrales pueden prevenirse o reducirse dejando de fumar, haciendo ejercicio, con una dieta y controlando el estrés, así como manteniendo la presión arterial, la diabetes y el colesterol bajo control», afirma el Dr. Brian Levine, autor principal del trabajo «Con el diagnóstico adecuado, estas intervenciones y los cambios en el estilo de vida ofrecen a los adultos mayores que corren el riesgo de sufrir un deterioro cognitivo algunas opciones para mantener la salud del cerebro»
El estudio analizó los resultados de 54 adultos de entre 55 y 80 años que también poseían un factor de riesgo de ictus, como presión arterial alta, colesterol alto, diabetes y apnea del sueño.
A los participantes se les escaneó el cerebro mediante resonancia magnética y los científicos analizaron las imágenes cerebrales funcionales y la actividad eléctrica del cerebro para observar las distintas funciones de las redes cerebrales.
Tras este estudio, los científicos tratarán de averiguar por qué algunas personas obtienen mejores resultados en las pruebas cognitivas a pesar de los daños sufridos en la materia blanca.
«La cuestión que queda por resolver es si la superación de estos cambios en el cerebro es una capacidad natural que tienen algunas personas o si se trata de algo que puede construirse con el tiempo», dijo Dey. «Si es algo que se puede desarrollar, ¿es algo que podemos entrenar?»