Hace cinco semanas (20 de marzo, p 698) describimos el caso de la señora Dempsey, que fue investigada por sospecha de insuficiencia cardíaca. Sus síntomas no mejoraron tras el tratamiento inicial, y se le realizó una investigación adicional para determinar la causa de sus derrames pleurales bilaterales (27 de marzo, p 758). Se sospechó entonces de una neoplasia subyacente y se le realizó una tomografía computarizada para evaluar su tórax y sus estructuras extrapulmonares (fig. 1). Esta mostró grandes derrames bilaterales asociados a linfadenopatías mediastínicas, axilares y abdominales generalizadas. El diagnóstico probable era ahora un linfoma avanzado.
Fig 1
Tomografía computarizada de tórax que muestra grandes derrames bilaterales, un nódulo mediastínico de 10 mm y un nódulo axilar derecho de 30 mm
Este nódulo axilar derecho, que no se había detectado en los exámenes anteriores, era claramente palpable y se tomó una muestra de biopsia. Ésta confirmó el diagnóstico de linfoma. Los resultados de la inmunohistoquímica coincidían con un linfoma no Hodgkin de células B foliculares de grado III. Una vez que se dispuso de los resultados de la biopsia, se comunicó al Sr. y a la Sra. Dempsey el diagnóstico de linfoma en una cita ambulatoria, y se la trasladó a la unidad de hematología.
Se drenaron sus efusiones y el líquido contenía de nuevo abundantes células linfoides maduras. El inmunofenotipo mostró células T reactivas, pero un 35% de células B clonales CD20 positivas, similares a las encontradas en el tejido de los ganglios axilares. Estas características concuerdan con un linfoma en la pleura. Debido a la naturaleza extensa de su linfoma incurable de bajo grado y a sus síntomas debilitantes, aceptó la quimioterapia con ciclofosfamida, vincristina y prednisolona en un intento de controlar la progresión de la enfermedad y limitar la recurrencia del líquido pleural.
A pesar de la pancitopenia inicial y la sepsis neutropénica, ha tolerado tres ciclos de quimioterapia. Actualmente dice sentirse bien en sí misma y sólo le falta el aire al subir cuestas. Su última radiografía de tórax mostró la resolución de sus derrames y la reexpansión de sus pulmones (fig. 2).
Fig 2
Radiografía de tórax de repetición
La prevalencia de la insuficiencia cardíaca congestiva en mujeres de 60 a 69 años es de 25 por 1000,1 en comparación con una incidencia de linfoma no Hodgkin de 140 por millón de población.2 La supervivencia a cinco años es del 45% para el linfoma no Hodgkin2 y del 38% para las mujeres con insuficiencia cardíaca congestiva.3