Un hombre de 45 años de edad con paraplejia y disestesia causada por una lesión de la médula espinal T4/5 por un hematoma epidural espinal espontáneo se presentó con una historia de 1 día de anorexia y fiebre. La exploración física reveló un abdomen blando y no sensible; sin embargo, la piel del cuadrante inferior derecho del abdomen estaba enrojecida e hinchada (imagen 1). Los datos de laboratorio mostraron una elevada reacción inflamatoria (WBC: 11.100 /μL, proteína C-reactiva: 5,79 mg/dL). La tomografía computarizada abdominal con contraste reveló una apendicitis aguda con absceso periapendicular y celulitis de la pared abdominal (imagen 2). Se realizó una apendicectomía tras el tratamiento con antibióticos intravenosos. El apéndice no estaba perforado, pero el absceso se adhería fuertemente al tejido circundante. Por lo tanto, se consideró que la inflamación de la piel se debía al absceso. La celulitis abdominal es un signo poco frecuente de apendicitis aguda que se presenta como una inflamación intraabdominal agresiva (1). La principal queja de los pacientes con apendicitis es el dolor abdominal. Por lo tanto, el diagnóstico del abdomen agudo es un reto en pacientes con trastornos neurológicos, como la demencia y las lesiones de la médula espinal, y provoca un aumento de la mortalidad. Los clínicos deben tener en cuenta este peligroso signo de apendicitis aguda, especialmente en pacientes febriles que no se quejan de dolor abdominal.