Discusión
Algunos sialolitos pueden ser asintomáticos y se identifican incidentalmente durante la obtención de imágenes de la mandíbula. Aproximadamente el 30% de las veces, la sialolitiasis submandibular se presenta con una hinchazón indolora, pero los síntomas clásicos son secundarios a la obstrucción del conducto e incluyen dolor e hinchazón de la glándula implicada durante la comida, cuando la producción de saliva es máxima y el flujo salival se ve forzado contra una obstrucción fija. Posteriormente puede producirse una reducción gradual de la hinchazón, pero cuando se estimula el flujo salival, los síntomas dolorosos pueden reaparecer. Los pacientes pueden tener síntomas crecientes y decrecientes de hinchazón y molestias episódicas, o pueden tener síntomas más persistentes a medida que el líquido salival se acumula dentro del conducto. En ocasiones, los cálculos pueden palparse con un examen digital; se sienten como pequeños guijarros duros. Con menor frecuencia, se observan como masas granulares en la entrada del conducto de la glándula. Para identificar el grado de obstrucción, el médico de urgencias puede intentar exprimir la saliva de la glándula para ver si está obstruida.
La obstrucción grave de la glándula se manifiesta por una sensibilidad exquisita, hinchazón intra y/o extraoral y ausencia de saliva a la palpación. El diagnóstico diferencial de los cálculos salivales incluye infecciones (bacterianas y víricas), afecciones inflamatorias (Sjögren, sarcoidosis, reacción a la radioterapia) y masas (neoplásicas y no neoplásicas). El diagnóstico por imagen para identificar presuntos cálculos salivales incluye la radiografía convencional, la sialografía y la USG. Pero actualmente, la TC sin contraste de alta resolución es la modalidad de imagen de elección para la evaluación de los cálculos salivales. Esto se debe a que muchos sialolitos calcificados no se detectan mediante la radiografía convencional hasta que están calcificados en un 60-70%, y al menos el 20% de los cálculos submandibulares y el 50% de los parotídeos no son identificables en la radiografía intraoral y panorámica. Sin embargo, debido a la falta de disponibilidad de esta instalación en esta región, no pudimos obtener una imagen de TC.
En la sialografía, se inyecta un colorante en el conducto, y puede demostrar la obstrucción como un defecto de llenado en el conducto y la estenosis del mismo. Sin embargo, no puede demostrar los pequeños tapones de secreción o las placas de secreción, y está contraindicada en caso de infección aguda o en pacientes con una importante alergia al contraste. La USG identifica los cálculos como estructuras ecogénicas blancas con cambios inflamatorios glandulares de la glándula salival, pero no puede diagnosticar ninguna otra etiología de la inflamación de la glándula. La endoscopia de pequeño calibre se desarrolló para tratar los trastornos obstructivos del sistema de conductos de las glándulas salivales. Es tanto diagnóstica como terapéutica, y tiene la ventaja de diferenciar entre las afecciones inflamatorias obstructivas y los cálculos. A pesar de que la mayoría de los sialolitos están compuestos por elementos de calcio, no se asocian a anomalías sistémicas del calcio, por lo que no es necesario realizar un nivel de calcio sérico. La sialoendoscopia, la extracción con cesta de alambre guiada por fluoroscopia, la litotricia y la extirpación quirúrgica son otras opciones cuando el tratamiento expectante falla o es inapropiado. La decisión sobre qué técnica utilizar depende del tamaño del cálculo, la localización y la disponibilidad del procedimiento. El cálculo permanecerá en la glándula hasta que se extraiga. Normalmente, los cálculos de menos de 2 mm de diámetro pueden tratarse sin intervención quirúrgica.
Se recomienda un enfoque conservador, que incluya analgesia oral, hidratación, terapia de calor local, masaje para «ordeñar» el cálculo, sialogogos (es decir, caramelos duros agrios) para promover las secreciones ductales y la interrupción de los medicamentos anticolenergéticos cuando sea posible. En la mayoría de los casos, la extracción del cálculo aliviará el dolor, excepto cuando exista una infección asociada. Se recomiendan los antibióticos que cubren la flora oral para la sobreinfección de la glándula. La obstrucción grave suele requerir una intervención quirúrgica, especialmente cuando la obstrucción está cerca de la glándula. A este paciente se le detectó un cálculo parotídeo derecho de 6 mm que se extirpó quirúrgicamente en el lado de la silla con anestesia local. Toleró bien el procedimiento y fue dado de alta. El paciente estaba asintomático después de un año de seguimiento.
Puntos de aprendizaje
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El diagnóstico, la evaluación clínica y radiológica es una herramienta útil en el manejo de la sialolitiasis.
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La presencia de enfermedad renal o enfermedad sistémica que pueda alterar la función salival puede ser una característica predisponente para la formación de cálculos salivales, que debe descartarse en una cuidadosa evaluación diagnóstica.
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La ultrasonografía es una herramienta importante en el diagnóstico de cualquier patología y que se correlacionó en este caso.
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Este informe de caso destaca la importancia de realizar una historia clínica y dental detallada junto con la radiografía panorámica, seguida de una evaluación radiográfica más selectiva e individualizada según sea necesario. Más concretamente, el médico general debe analizar las radiografías de forma rutinaria y sistemática para identificar cualquier variación respecto a la normalidad.
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El odontólogo tiene un papel importante en el manejo y posible tratamiento de la sialolitiasis.