La cuestión de cuándo los niños deben dejar de creer en Papá Noel puede ser complicada. No sólo cada niño y cada familia son diferentes, sino que, como padres, queremos asegurarnos de que estamos caminando por la línea entre fomentar su imaginación y ayudarles a crecer. Es decir, aunque creo que es comprensible que los niños de 8 e incluso 9 años sigan creyendo en Papá Noel, hacerlo a los 10 años es demasiado mayor.
Ser capaz de cuestionar el mundo que les rodea es necesario en la escuela y en la vida.
¡Mira esto!
I Kid You Not
A los 10 años, los niños se convierten en preadolescentes. Los niños de diez años se preparan para cosas como el instituto, los bailes escolares, los tirantes y escuchar música vergonzosamente mala a un volumen poco saludable. Y para mí, eso significa que probablemente no deberían seguir creyendo en un hombre grande y sus elfos mágicos que traen regalos de un lugar llamado el Polo Norte una vez al año.
Los niños, en su mayor parte, creen lo que se les dice, pero a los 10 años, deberían estar desarrollando habilidades de investigación agudas. Ser capaz de cuestionar el mundo que les rodea es necesario en la escuela y en la vida. Es lo que crea pensadores divergentes y solucionadores de problemas y les ayuda a desarrollar un agudo sentido de sí mismos. Por eso creo que creer en Papá Noel a una edad avanzada demuestra menos que se trata de conservar la pureza de la infancia y más que deberían pensar en el mundo de una manera más inquisitiva y considerada.
Como padre, entiendo el deseo de ralentizar el tiempo. Cuando tu hijo deja de creer en Santa, tienes que empezar a aceptar que tu hijo está creciendo, y obviamente eso es difícil. Sé que no estoy preparada para que mi bebé crezca todavía. Pero creo que continuar con la treta de Papá Noel en un momento dado se convierte en algo menos relacionado con el niño y más con las necesidades de los padres. No hay nada de malo en querer que tu hijo se alegre de las fiestas, pero creo que hay otras maneras de mantener su sentido de la maravilla de la infancia además del gran hombre del traje rojo. Intenta recoger juguetes para otros niños o llévalos a ver las luces de la ciudad para fomentar el asombro infantil.
Y si tu hijo mayor sigue creyendo en Papá Noel, siempre puedes darle la noticia de forma suave. Intenta fomentar su capacidad de razonamiento haciéndole preguntas sobre la lógica de Papá Noel. Con suerte, una vez que se den cuenta de todas las incoherencias, reconocerán que la magia de las fiestas no viene realmente del Polo Norte, sino de ellos mismos y de sus familias.