A continuación, agruparon a las personas según su actividad, utilizando incrementos de 4.000 pasos (ya que ese número permitía las comparaciones más significativas), comprobaron en el registro nacional de defunciones a los participantes que habían fallecido durante la última década y, por último, compararon los patrones de movimiento de las personas y la mortalidad.
Los resultados fueron interesantes y algo sorprendentes, dice el Dr. Matthews. Los investigadores esperaban que tanto el número como la intensidad de los pasos estuvieran relacionados con la longevidad, dice. Pero tras controlar el sexo, la edad, el tabaquismo, el índice de masa corporal, la dieta y otros muchos factores, sólo el número de pasos se relacionó con el riesgo de mortalidad. La intensidad de los pasos no lo estaba.
Más concretamente, las personas que daban una media de unos 8.000 pasos al día tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de haber muerto por enfermedad cardiaca, cáncer o cualquier otra causa que las personas que acumulaban 4.000 pasos o menos, mientras que los hombres y mujeres que completaban al menos 12.000 pasos diarios tenían un 65 por ciento menos de probabilidades de haber fallecido que los del grupo de 4.000 o menos.
Pero los investigadores no hallaron asociaciones significativas entre la velocidad de los pasos de las personas y la mortalidad. «No vimos ningún beneficio adicional por la intensidad», dice el Dr. Matthews.
Sin embargo, este estudio fue observacional, ya que analizó la vida de las personas en un solo momento. Por lo tanto, no puede decirnos si dar más pasos hizo que la gente viviera más tiempo, sólo que los dos estaban asociados entre sí. Los monitores de actividad tampoco registraron deportes como el ciclismo o la natación, que no implican pasos.
Aún así, el mensaje de los datos parece claro. Intenta moverte, dice el doctor Matthews, de alguna manera, a lo largo del día, aunque sea lentamente o a rachas, y tanto si puedes hacer ejercicio formal como si no. Utilice su teléfono o smartwatch para tener una idea de cuántos pasos está dando y, en caso de que ese total sea bajo, especialmente si está por debajo de 4.000 al día, considere la posibilidad de dar una vuelta a la manzana, si la normativa local y sus inclinaciones se lo permiten, o de hacer un circuito por el salón de su casa una o dos veces.