Todo el mundo ha experimentado puntos de sutura, esos dolores que se producen durante el ejercicio, sobre todo debajo de nuestras costillas o alrededor de la clavícula, que perturban su entrenamiento. Aunque son un punto débil para muchos deportistas, no son una fatalidad.
La causa de un punto depende de su localización. Rara vez son graves, pero pueden perturbar nuestro ejercicio. ¿Qué los provoca? ¿Cómo se pueden evitar y, una vez que se han producido, cómo se pueden hacer desaparecer? ¡Respondemos a todas tus preguntas!
Las causas de los puntos de sutura
En primer lugar, es importante tener en cuenta que hay diferentes tipos de puntos de sutura y que no todos tienen las mismas causas:
- Los puntos de sutura en la clavícula pueden producirse a la derecha o a la izquierda
- Los puntos de sutura bajo las costillas (derecha o izquierda)
- Los puntos de sutura en el estómago.
A menudo, las puntadas se deben a los bajos niveles de oxígeno en los músculos. Sin embargo, los de la clavícula tienen un origen diferente. En realidad provienen de problemas circulatorios temporales. Durante el ejercicio, la respiración se acelera y los intercambios sanguíneos y el suministro de oxígeno se ven afectados. El bazo y el hígado pueden recibir demasiada sangre y, por lo tanto, ralentizar el sistema respiratorio, provocando ese dolor que todos conocemos alrededor de la clavícula.
En cuanto a los otros tipos de puntadas, se deben a niveles bajos de oxígeno en los músculos, el diafragma, los músculos intercostales y los músculos abdominales. Las contracciones de estos músculos, especialmente del diafragma, son más frecuentes cuando se realiza una actividad física, por lo que la sangre no siempre tiene tiempo de llegar a los músculos. Esto provoca una falta de sangre y, por tanto, de oxígeno, lo que obliga al músculo a contraerse. Y esto, por supuesto, provoca un punto de sutura. Pero los puntos de sutura también pueden ser provocados por una comida copiosa: la sangre se precipita hacia el tubo digestivo y se aleja de los músculos, que no pueden continuar y se contraen dolorosamente.
¿Cómo evitarlo?
Hay varias soluciones para evitar los puntos de sutura que arruinan nuestro entrenamiento. Y ¡más vale prevenir que curar!
- Come al menos 3 horas antes de hacer ejercicio para que tu cuerpo tenga tiempo de digerir un poco.
- Bebe sólo a pequeños sorbos. No beba demasiado rápido. Para un ejercicio prolongado, se recomienda beber 2 o 3 bocados cada 20 minutos. Pero una vez que el punto se ha establecido, beber no ayudará!
- Caliente su diafragma antes de hacer ejercicio porque es uno de los músculos que más sufre. Para ello, invierte los movimientos respiratorios normales: inspira por la boca mientras aspiras el estómago y espira mientras lo inflas. Repita este ejercicio una docena de veces.
- Empiece a entrenar a un ritmo bastante suave que pueda aumentar gradualmente para que su flujo sanguíneo pueda regularse por sí mismo.
- Respire muy profundamente mientras hace ejercicio. Cuanto más se intensifique tu actividad, más debe acentuarse tu exhalación.
Cómo deshacerte de ellos
A pesar de estos consejos para evitar los puntos, ¡nunca estás a salvo! Si sientes una puntada, puedes deshacerte de ella empujándola con fuerza con las manos. Inclínate hacia el lado que te duele mientras espiras. No tienes que dejar de hacer ejercicio para librarte del dolor. No obstante, se recomienda que reduzcas la velocidad y te concentres en tu respiración, que debe ser lenta, profunda y regular.