El dolor torácico al respirar puede producirse debido a afecciones que afectan a los pulmones.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
La EPOC es un grupo de trastornos que hacen que cada vez sea más difícil respirar. Estas afecciones provocan otros síntomas que incluyen:
- Tos persistente
- Tos con exceso de mucosidad
- Sibilancias
- Opresión o dolor en el pecho
- Dificultad para respirar
Los médicos evaluarán los síntomas y el historial médico de una persona para diagnosticar la EPOC. Harán preguntas sobre el tabaquismo, que es una causa importante de la EPOC. También pueden solicitar pruebas médicas para detectar problemas respiratorios.
Tratamiento
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, el tratamiento se centra en el alivio de los síntomas, la ralentización de la progresión de la enfermedad y la mejora de la salud general de la persona.
Los cambios en el estilo de vida incluyen dejar de fumar y evitar los irritantes pulmonares.
El médico también puede recetar medicamentos, como los broncodilatadores.
La persona también debería vacunarse contra la gripe y el neumococo.
Asma
El asma es una enfermedad crónica que puede causar inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias.
Esto puede causar dificultades para respirar y síntomas que incluyen:
- dolor y opresión en el pecho
- tus, sobre todo por la mañana o por la noche
- dificultad para respirar
- sibilancias
Un médico comprobará los síntomas y puede solicitar pruebas adicionales para diagnosticar el asma. Por ejemplo, pueden solicitar una prueba de espirometría que implica respirar a través de un tubo.
Tratamiento
No hay cura para el asma, pero los tratamientos suelen incluir una combinación de medicamentos.
Algunos medicamentos para el asma ayudan con los síntomas a corto plazo, como un inhalador que relaja los músculos de la garganta.
Infección torácica
Hay varios tipos de infecciones que afectan al pecho, como:
- bronquitis
- neumonía
- tuberculosis
Diferentes tipos de gérmenes pueden causar estas infecciones, como bacterias o un virus.
Tratamiento
El tipo de germen determinará cómo tratar la afección.
Los médicos probablemente utilizarán antibióticos para tratar una infección torácica bacteriana. Pueden utilizar medicamentos antivirales para tratar las infecciones víricas, pero a veces el virus desaparece por sí solo.
En casos graves, puede ser necesario el tratamiento hospitalario. Por ejemplo, algunas personas pueden necesitar apoyo respiratorio de un ventilador.
Aprenda más sobre los tratamientos de las infecciones torácicas aquí.
Pulmón colapsado
Un pulmón colapsado es cuando el aire entra en el espacio entre la pared torácica y el pulmón, causando un dolor repentino en el pecho.
Puede causar otros síntomas que incluyen:
- dificultad para respirar
- cansancio
- frecuencia cardíaca rápida
La afección puede ser el resultado de una lesión torácica o una enfermedad pulmonar.
Los médicos comprobarán las causas subyacentes evaluando los síntomas, el historial médico y las pruebas adicionales.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la gravedad del daño.
Los casos menos graves a veces pueden curarse solos. Pero en otros casos, un médico puede extraer el exceso de aire mediante una aguja o un drenaje torácico.
Embolia pulmonar
Una embolia pulmonar es cuando un coágulo de sangre restringe el flujo de sangre hacia los pulmones.
Puede causar dolor en el pecho y otros síntomas, como:
- dificultad para respirar
- tus, quizás tosiendo sangre
- dificultad para respirar
Tratamiento
Las embolias pulmonares requieren tratamiento en el hospital.
Los médicos pueden utilizar medicamentos anticoagulantes para deshacer el coágulo de sangre.
Pleuritis
La pleuritis es la inflamación de los tejidos entre los pulmones y la caja torácica.
Puede causar un dolor agudo y repentino en el pecho al respirar.
Otros posibles síntomas son:
- dificultad para respirar
- tus
- piel azulada, o cianosis
- fiebre
- ansiedad
- frecuencia cardíaca rápida
Un médico diagnosticará la pleuresía evaluando los síntomas de una persona. También podrían utilizar otras pruebas, como análisis de sangre y radiografías.
Tratamiento
El tratamiento puede variar.
El médico puede recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), o corticoesteroides para ayudar con los síntomas.