Regla de los diez pies de Walton
Sam Walton, el emblemático fundador de Walmart y quizá el empresario de mayor éxito de su generación, demostró un carisma, una ambición y un impulso considerables desde muy joven.
Sam fue un líder estudiantil comprometido cuando asistió a la Universidad de Missouri, en Columbia. Uno de los secretos de su reputación en la universidad era que saludaba y hablaba con todas las personas con las que se cruzaba en el campus. Si los conocía, se aseguraba de dirigirse a ellos por su nombre. En poco tiempo, había hecho muchos amigos y era muy querido. No es de extrañar, pues, que Sam triunfara en casi todas las elecciones estudiantiles a las que se presentaba.
De su autobiografía más vendida, «Made in America»:
Había decidido que quería ser presidente del cuerpo estudiantil de la universidad. Aprendí muy pronto que uno de los secretos del liderazgo en el campus era lo más sencillo de todo: hablar a la gente que viene por la acera antes de que te hablen a ti. Lo hice en la universidad. Lo hacía cuando llevaba mis papeles. Siempre miraba al frente y le hablaba a la persona que venía hacia mí. Si los conocía, los llamaba por su nombre, pero incluso si no los conocía, les hablaba. En poco tiempo, probablemente conocía a más estudiantes que nadie en la universidad, y ellos me reconocían y me consideraban su amigo. Me presenté a todos los cargos que surgieron. Fui elegido presidente de la sociedad de honor de los hombres mayores, QEBH, oficial de mi fraternidad y presidente de la clase mayor. Fui capitán y presidente de Scabbard and Blade, la organización militar de élite del ROTC.
Cuando Walmart alcanzó el tamaño suficiente, Sam se dio cuenta de que no podía ofrecer precios más bajos que los de otros gigantes de la venta al por menor… todavía. Como parte de su estrategia de servicio al cliente, institucionalizó el mismo rasgo que le había hecho popular cuando era estudiante. Insistió en la «regla de los diez pies de Walton». Según esta regla, cuando los asociados de Walmart (como llama Walmart a sus empleados) se acercaban a menos de tres metros de los clientes, debían sonreír, establecer contacto visual, saludar al cliente y ofrecerle ayuda. A medida que Walmart crecía, Sam añadió personas que saludaban a los clientes en la puerta (y controlaban las «pérdidas» / los robos en las tiendas.) Incluso hoy en día, la regla de los tres metros forma parte de la cultura de Walmart.
La simpatía: Un predictor del éxito
La simpatía es un importante predictor del éxito en la vida. Algunas personas parecen naturalmente dotadas de personalidades atractivas. Tienden a complementar sus talentos siendo agradables y elegantes, presentándose bien y poseyendo las habilidades sociales apropiadas para cada ocasión. Suelen ganarse a los demás sin esfuerzo. En la escuela y en la universidad, son los favoritos de sus profesores y son elegidos por sus compañeros para representar a sus clases. Se les invita a las fiestas y reuniones adecuadas y las llenan de vida. En el trabajo, son persuasivos; se hacen notar y ascienden rápidamente en la escala corporativa.
A partir de mis observaciones de los rasgos de los talentosos y exitosos, le ofrezco algunos recordatorios para ayudarlo a ser más agradable, desarrollar una relación y así maximizar sus posibilidades de éxito:
- Mire a la gente a los ojos. Sonríe. Salude por su nombre.
- Escuche. Hable con un tono de voz agradable y de forma positiva. Muestre respeto. De hecho, incluso sus adversarios tienen algunas características admirables.
- Muestre un interés genuino por los demás. Intente establecer una relación compartiendo algo sobre usted con ellos.
- Diga «Por favor», «Lo siento» y «Gracias». Ofrezca una palabra amable. Haga un cumplido. No halague superficialmente.
- Considere las perspectivas del otro y sus circunstancias antes de estar en desacuerdo.
- Practique la compasión. Haga un esfuerzo sincero por ayudar a los demás.
- No se exceda en nada de lo anterior. Haz lo mejor que puedas. No complazcas a los demás a costa de tu propia cordura: mantente fiel a tus valores, principios y felicidad.