Resumen de rayos X 3D
La tecnología de rayos X y las técnicas radiográficas se han utilizado con fines de control de calidad en lo que respecta a las aplicaciones industriales durante muchos años. Una forma relativamente nueva de rayos X es la radiografía 3D, en la que los usuarios pueden ver los resultados de las imágenes de rayos X 2D desde diferentes ángulos de una pieza determinada con fines de análisis de fallos. Los usuarios a menudo subcontratan estos proyectos de pruebas a radiógrafos certificados y laboratorios de pruebas no destructivas (NDT) para un análisis rápido y fácil de la pieza.
¿Qué es la radiografía 3D?
La radiografía 3D es el concepto de capturar múltiples imágenes de rayos X 2D desde diferentes ángulos de una pieza determinada. Estas imágenes de rayos X 2D resultantes se visualizan y analizan de forma independiente con fines de control de calidad. Para obtener una verdadera perspectiva en 3D de una pieza determinada, los usuarios recurren a la tomografía computarizada (TC). Con los rayos X en 3D, se inspeccionan las configuraciones internas y las propiedades estructurales de una pieza para el análisis de fallos.
Cómo funcionan los rayos X en 3D
Con el uso de una fuente de rayos X y un panel detector, se puede inspeccionar una pieza analizando los resultados de los rayos X en 3D. La fuente de rayos X tiene que ser lo suficientemente fuerte como para penetrar a través del material de la pieza que se está inspeccionando. A medida que la fuente de rayos X atraviesa la pieza, se captura una radiografía 2D mediante un panel detector o una pantalla de película. Debido a los avances tecnológicos en los detectores digitales, las aplicaciones de pantalla de película se han vuelto obsoletas para fines de inspección industrial. El panel detector captura rayos X 2D de una pieza determinada desde múltiples ángulos diferentes que se visualizan y analizan de forma independiente para el control de calidad y la investigación de fallos.