Tengo la costumbre de tomar una copa nocturna, supongo que desde hace unas 2 décadas. Siempre me han gustado los coñacs caros y demás. Como he dicho, entre 1 y 2, la mayoría de los días de la semana.
Sin relación con esto: Soy una persona introvertida y que reflexiona mucho sobre sí misma. No quiero que esto suene como si fuera inteligente, o ‘iluminado’ o cualquiera de esas estúpidas palabras de moda de la nueva era. Sólo soy el tipo de persona que se mira a sí misma y se pregunta «¿hice bien aquí?» o «¿por qué no me gusta esto?», etc. En todo caso, a veces me gustaría hacer cosas y no pensar en nada.
En cualquier caso, siempre he sido consciente de que si tienes un hábito, tienes que mantener el control de ese hábito. He visto a fumadores suicidarse, pensando en lo estúpido que era que supieran que lo que hacían les estaba matando y siguieran con ello.
Así que durante mis años de bebedor, siempre he vigilado eso, porque dondequiera que estuviera esa línea, no quería cruzarla. Cada par de meses, según me llevara la fantasía, decía ‘no beberé durante 2 semanas’. O hasta el final del mes, o 30 días. No había realmente un método para ello. Y en mi mente, mientras pudiera hacer esto sin resbalar, y no tuviera tallas o el alcohol se apoderara de mis pensamientos, y mientras mi forma de beber nunca se intensificara, no tenía ningún problema.
Y a lo largo de los años, también he tenido abstinencias más largas. Por ejemplo, cuando estábamos construyendo nuestra casa simplemente no nos quedaba dinero, así que no bebí durante meses, e hice que 1 botella durara un año. O cuando estaba perdiendo peso, tomaba 1 por semana. Pero sí, volví a beber cada vez.
Esta vez fue ligeramente diferente, porque quería volver a perder peso. Me encanta correr a distancia pero a mis rodillas no les gusta que lo haga cuando tengo más de 180.lbs
La diferencia es que esta vez, he encontrado este lugar, y he visto a lo que puede llevar el alcohol. Si veo todos los problemas que ha causado al 99% de los que estáis aquí, eso me ha hecho perder todo el interés por el alcohol, independientemente de lo bien que me caía.
Además, sé que no beber mantiene mi peso corporal bajo, y tengo mucha más claridad mental, sobre todo por las mañanas. Esas cosas combinadas me han hecho decidir que he dejado el alcohol para siempre. Un par de meses sin beber también me ha hecho perder todos los pensamientos sobre la bebida y si otras personas beben a mi alrededor, eso no me afecta.