La característica clave de un esguince de ligamento de tercer grado incluye una gran inestabilidad de la articulación sin que se perciba un punto final ligamentoso. El proceso de curación sigue el mismo curso de reparación que otros tejidos vasculares. Desde la lesión inicial hasta 72 horas después, se produce una acumulación de inflamación en la zona afectada. Durante este período también se produce una hemorragia en el espacio subcutáneo.
A continuación se presenta una muestra de lo que se suele encontrar en una evaluación inicial de un esguince de LCM de tercer grado.
Historia: No había antecedentes de lesiones en la rodilla derecha. El atleta estaba corriendo una ruta cuando recibió un golpe en valgo de la hombrera de un linebacker, en el proceso de corte mientras su pierna derecha estaba plantada y la rodilla extendida. Inmediatamente sintió dolor en el lado medial de la rodilla. Describió la sensación como un tirón o desgarro.
Observación: Hubo un edema inmediato que siguió aumentando. No se observó ninguna deformidad. No se observa decoloración o sangrado inmediato en este momento.
Palpación: El dolor a la palpación estaba presente a lo largo de la cara medial de la rodilla, con una sensibilidad en el punto principal que provenía de la parte inferior de la inserción proximal del MCL. No se detectó la presencia de un LCM enseñado durante la palpación. La palpación ósea no reveló puntos sensibles a lo largo del fémur o la tibia. El lado medial de la rodilla comenzó a calentarse (comparado bilateralmente) a medida que la hinchazón seguía aumentando.
Pruebas especiales: En la evaluación física se encontró una laxitud significativa con la prueba de esfuerzo en valgo cuando está en extensión completa. No se percibió ningún punto final. ACL, PCL, LCL estaban todos intactos sin laxitud. La AROM y la PROM fueron limitadas debido a la hinchazón y el dolor inmediatos. No se permitió la RROM debido a la aprehensión y la guardia. Las pruebas de compresión y punción para detectar fracturas fueron todas negativas. Los síntomas neurológicos no estaban presentes. Todas las pruebas fueron comparadas bilateralmente. El dolor había disminuido desde los niveles iniciales cuando se hizo la evaluación completa. Se tomaron radiografías para confirmar el esguince de 3er grado del LCM y descartar defectos osteocondrales junto con otra afectación ligamentosa o meniscal. Se decidió que la cirugía no era necesaria para la curación de este esguince de 3er grado del MCL.
En las siguientes 6 semanas, se produce una proliferación a medida que comienzan a formarse nuevos capilares. Se forma un coágulo de fibrina debido a la actividad fibroblástica. Este coágulo de fibrina vuelve a unir los dos extremos cortados, así como a todas las estructuras circundantes. Finalmente, el tejido cicatricial es más elástico debido a las fibras de elastina y colágeno. Por eso es necesario realizar ejercicios que realineen este nuevo tejido cicatrizal para asegurarse de que no se reduce la movilidad. Utilizando el principio SAID, se puede asegurar que la adaptación se produce en el MCL en función de las exigencias que se le plantean. La fase de maduración completa puede durar hasta 1 año entero.